El catálogo de protección del Plan General de Ordenación Municipal ha abierto un espacio definitivo para diez nuevos elementos arquitectónicos de la ciudad, una decena de casas y edificios sobre los que ya no pesa ningún riesgo de desaparición. El pleno aprobó la incorporación final de estos elementos al listado que garantiza su conservación. El asunto fue respaldado con el voto a favor de todos los grupos y la abstención del PP, cuyo edil Antonio Deus calificó el conjunto de “catálogo de circunstancias” y puso en duda el valor arquitectónico de algunos elementos.

Los diez exponentes protegidos son el edifico del antiguo concesionario de Citroën en la avenida de Oza, al que este año se le declaró la caducidad a una licencia de derribo que tenían parte de sus propietarios; las casas de Os Mariñeiros y las viviendas pareadas de la calle Padre Sarmiento; la Escuela Pablo Picasso; el conjunto de viviendas de Claudio San Martín; el inmueble del Banco del Noroeste del 28 al 32 de Linares Rivas; el edificio Pou de la calle Fernando González; y los edificios del número 43 de Fernández Latorre y el 28 y el 47 de Juan Flórez, la Cooperativa de Alféreces.

Estos elementos forman parte de la separata 1 de una propuesta más extensa inicialmente planteada por Marea Atlántica cuando gobernaba que se aprobó en pleno a finales de 2018 y recibió un informe desfavorable de Patrimonio. La selección posterior reducida a diez edificios sí tuvo el respaldo de la Xunta y fue aprobada de forma inicial por la Corporación en diciembre pasado, y ayer definitivamente.

Los grupos municipales que apoyaron la inclusión reclamaron al Gobierno local que no renuncie a la catalogación de otros edificios significativos de la ciudad, entre ellos el Observatorio, la conocida como lágrima de San Roque en la plaza de España y la lonja del Gran Sol en el puerto. El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada comentó que su departamento está preparando una segunda separata con un borrador que contiene 23 elementos arquitectónicos, diez arqueológicos y tres etnológicos y podría estar ya definida a finales de este año. Para el próximo año, añadió, se trabajaría en una separata específica para proteger elementos relacionados con el Camino Inglés de la ruta jacobea.

Villoslada aclaró que el Concello apelará al Puerto para promover la catalogación de la lonja de modo que su protección sea compatible con usos exclusivamente portuarios. El Puerto encargó este verano un estudio que tiene por objeto la protección de edificios, espacios y dotaciones existentes en los muelles urbanos con histórico, artístico o cultural. Entre ellos no está la lonja, sobre la que Puertos del Estado alegó cuando gobernaba la Marea que el edificio estaba en la zona de servicio del muelle; el Puerto dijo entonces que la posible catalogación podría limitar usos.

ARI en Barrio de las Flores

El pleno aprobó de forma unánime una moción de la edil no adscrita Isabel Faraldo por la que se insta al Gobierno local a declarar el Barrio de las Flores como área de rehabilitación integral (ARI). El Concello lleva tres años sin solicitar ayudas para estas áreas, entre las que no está este barrio. Los grupos demandaron al Ejecutivo socialista la culminación del plan director de esta zona de la ciudad.