La concejalía de Deportes prevé reabrir la piscina municipal de Riazor en la última quincena de octubre tras más de un año cerrada. Todavía no fija una fecha concreta, pues, aunque ya se ha recepcionado la obra de reforma, el Concello está pendiente de los controles de la Xunta.

Los trabajadores, que se encuentran en ERTE por la falta de actividad, esperan recuperar sus puestos en cuanto la piscina entre en funcionamiento. Cerró al público en marzo de 2020, por la pandemia, pero una vez empezó la desescalada, la instalación municipal permaneció cerrada, pues coincidió con la adjudicación de los trabajos.

La reapertura de la piscina se producirá en un momento complicado para la actual gestora, Amartya, que es la que mantiene a la plantilla en ERTE. Ha presentado un recurso contra la adjudicación de la gestión de esta instalación, que ganó otra empresa. Mientras no se resuelva, Amartya continúa al frente.

“Nos han transmitido que una vez abra la piscina, la plantilla volverá al trabajo”, comentan los empleados, que en una situación de incertidumbre, les alivia saber que “el personal será subrrogado” sea cual sea la empresa que gestione la piscina. “Esperamos que la apertura sea inminente, entendemos que están con los últimos trámites”, apuntan. Cuando esté disponible, la piscina tendrá que adaptarse a las restricciones de aforo. En verano, Deportes estimaba que entraría en funcionamiento en septiembre, pero será, en principio, a finales de este mes.