Los planes de las administraciones sobre seguridad ciudadana están recogidos en un documento que reúne las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad con competencias territoriales y funcionales. En A Coruña aparecen reflejadas en el Plan Local de Seguridad, concertado y coordinado entre el Ayuntamiento, la Xunta y el Estado, que contiene el estudio de los factores que inciden en la seguridad, datos analizados sobre incidencias delictivas y de tráfico y programas generales de actuación general y conjunta. Está en vigor desde febrero de 2012, cuando gobernaba el PP en la ciudad, y va a ser actualizado, según anunciaron esta semana la alcaldesa, Inés Rey, y el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, en un acto en el que informaron de un refuerzo de la presencia policial en las calles por el aumento de la “sensación de inseguridad”, de acuerdo con las demandas trasladadas por vecinos de distintos barrios. La evolución de la propia ciudad en los últimos diez años y de la tipología delictiva en el mismo periodo motivan la revisión del plan, explicó la regidora.

La lectura del vigente Plan Local de Seguridad permite conocer de manera precisa la estructuración de los cuerpos de la Policía Local y la Policía Nacional hace una década y de forma resumida, cómo era en aquel momento A Coruña desde el punto de vista de la seguridad ciudadana. Ya entonces se apuntaba en la sección del documento relativa al 092 la “necesidad de optimizar el personal disponible, incrementando la presencia policial activa en los servicios operativos, especialmente en las unidades territoriales diurnas, y dentro de estas en los distritos y barrios”. En este apartado, en el que aparece la distribución de medios y agentes por zonas y turnos de trabajo, el plan recogía entre otras previsiones las de articular las patrullas de barrio y “desarrollar el programa de policía comunitaria”, así como incrementar la disposición de policías en patrullas móviles a pie y en vehículos.

En la actualidad, distintas agrupaciones vecinales demandan al Gobierno local que movilice a más policías en las calles por el aumento de la inseguridad relacionada con robos, venta de droga, ocupación ilegal y conflictos derivados del ocio nocturno. También el edil de Seguridad Ciudadana, Juan Ignacio Borrego, aludió hace semanas a la “policía comunitaria”, pero no ha detallado de qué forma se articularía; sí ha transmitido a colectivos vecinales y de comerciantes la relevancia de mantener una relación fluida y permanente con los agentes del 092 para optimizar la planificación de la actividad policial, aspecto que también recoge el Plan Local de Seguridad.

Antes de presentar las previsiones relacionadas con un mayor despliegue de efectivos, el documento de 2012 radiografía la ciudad por distritos y sectores señalando qué tipo de población reside en cada uno y la disposición de policías. “El despliegue de patrullas a pie debe estar coordinado con las patrullas móviles en vehículos, de modo que mejoren los tiempos de respuesta y la sensación de seguridad para los vecinos, haciendo más ostensible la presencia policial en la calle. Todos los sectores están pensados para ser patrullados fundamentalmente a pie, pero en casos necesarios, según las circunstancias, pueden se patrullados en vehículos”, apunta el plan.

Delitos por zonas

El 092 divide la ciudad en dos distritos y cada uno en dos zonas (10 y 40 en el distrito uno, 20 y 30 en el dos). En cada zona el plan indica objetivos para las unidades policiales, entre ellos “ofrecer al ciudadano mayor presencia policial en todos los barrios” y “conseguir que la percepción del ciudadano sea de mayor seguridad”, retos que diez años después coinciden con las demandas vecinales que surgen de zonas como Os Mallos y el Orzán.

En las zonas 10 y 40 (perímetro comprendido por la zona costera hasta la avenida de Buenos Aires, Rubine, plaza de Pontevedra, Juan Flórez, avenida de Arteixo, Fernando González, Fontán, plaza de Ourense, avenida do Porto y paseo marítimo), el plan de seguridad de 2012 no tiene “constancia de una delincuencia o grupos organizados para delinquir”, pero sí “una cierta organización en la venta de productos falsificados”. En la zona 40 alerta de “muchos problemas de seguridad” en el poblado de Penamoa —hoy desmantelado— por la afluencia de consumidores de droga; “hurtos y robos” en O Ventorrillo, Agra do Orzán y Sagrada Familia; “permanecía casi continuada de un grupo de indigentes y personas con adicción a las drogas en la plaza de As Conchiñas”; y botellón en los jardines de Méndez Núñez, Paseo de los Puentes y el entorno de San Andrés.

Las zonas 20 y 30 del distrito dos (perímetro comprendido por la zona costera desde plaza de Ourense, Primo de Rivera, Avenida del Ejército, AC-10, avenida de San Cristóbal, Salgado Torres, avenida de Arteixo; Barrio de las Flores, Elviña, Palavea, As Xubias; Salvador de Madariaga, Eirís, Pedralonga, Novo Mesoiro, Matogrande y A Zapateira) recogían hace una década robos en el interior de vehículos y naves industriales y hurtos en centros comerciales, la plaza de Lugo y Juan Flórez.

El plan de seguridad de 2012 se completa con anexos que exponen dispositivos de ocio nocturno, espectáculos, eventos y fiestas y elecciones y planes de actuación ante emergencias y catástrofes, despliegues que deberán ser ahora abordados, como se anunció, en la actualización del documento.