Nuestra sociedad es solo en apariencia pacífica; cualquier antropólogo la hallaría plagada de guerras sin cuartel. Limpieza municipal contra el sueño de los vecinos, dueños de perros contra limpieza municipal, petardos contra perros. Entre ellas destaca la yihad de ciertos conductores por aparcar sus vehículos estorbando al paso de los demás, y si es a un autobús cuenta doble. Comparte un internauta la imagen de dos buses atascados en una rotonda de As Xubias, cerca del hospital de Oza, por dos coches estratégicamente aparcados para conseguir la cantidad máxima de incivismo: ocupaban césped, línea amarilla y asfalto. Seguro que hoy se juega algún otro round.