La inseguridad se ha convertido en uno de los ejes de la movilización vecinal y de la política local de este año, objeto de un pleno extraordinario esta misma semana y protestas ciudadanas, como la que se celebra esta mañana en María Pita. Pero ¿A Coruña es una ciudad insegura, o más insegura que antes? Observando los últimos datos de delitos del Ministerio de Interior, podría pensarse que sí: los nueve primeros meses de este año los crímenes han crecido un 30% en relación al mismo periodo del año pasado, tres veces y media más que la media nacional. La ciudad ya supera un 17% el promedio español.

Pero un estudio más reposado desde que se empezaron a dar cifras a nivel municipal, en 2013, muestra una realidad más compleja que la de una repentina ola de criminalidad. Los hurtos, robos en viviendas y atracos están este año en cifras elevadas, pero comparables a las de los años anteriores a la pandemia en la ciudad. Pero destacan más: este tipo de delitos no ha disminuido en la ciudad en los últimos años, pese a que en el conjunto de España bajaron mucho. Y en delitos violentos, o de tráfico de drogas, la ciudad sigue siendo tranquila.

- El sorpasso del crimen coruñés. En los nueve primeros meses de 2013 se registraron en la ciudad 6.681 delitos y faltas. Este año fueron 8.722 hechos delictivos: un incremento del 30,5% en ocho años. No es una característica solo de 2021: ya se había notado una tendencia creciente entre 2013 y 2019.

Esta evolución es inversa a la tendencia nacional, que es de bajada. En 2013 A Coruña era un municipio con una criminalidad baja, al menos según cifras oficiales: un 23,5% inferior a la media española. La distancia se fue recortando, a medida que se detectaban más delitos en la ciudad y bajaban en el conjunto de país; en 2019 ya era solo de diez puntos. En 2020 se llegó a casi la paridad en la tasa de delitos, y con el brusco crecimiento de 2021 se ha sobrepasado, por primera vez desde que hay datos, el promedio español.

Buena parte del crecimiento de este año se debe a la difusa categoría de “otros delitos”, que las cuentas del Ministerio de Interior no desgranan. Ya son 5.200, casi mil más que el año pasado (y 550 más que en 2019). Además de oscura, esta categoría es reciente, y no se puede saber cuántas infracciones incluidas en ella se detectaron en 2013. Desde el Concello y la Delegación del Gobierno insisten en que el crecimiento tiene que ver con los delitos informáticos, que están en esta clasificación. Pero esta incluye otros crímenes, como las estafas convencionales o los daños, y no sabemos cómo han evolucionado en A Coruña.

- Los hurtos se mantienen... Pero deberían haber caído. Este año se han registrado en A Coruña un total de 2.786 hurtos, esto es, sustracciones en las que no se dañaron propiedades, ni se atacó o amenazó a personas. Es mucho más que la media nacional; de hecho, un 52% más. En 2013, en cambio, la tasa de este tipo de crimen en A Coruña era un 16,5% inferior al promedio.

Pero no parece que haya habido una masiva inmigración de carteristas. La pandemia limitó los delitos de hurto, pero entre 2013 y 2019 la media de casos se mantuvo sobre los 2.600. En 2018 hubo 57 menos que este año; en 2016, solo 32 menos. Sin embargo, los hurtos han caído mucho en España, de más de 590.000 en 2013 a menos de 350.000 este año.

- Los atracos y robos de casas: muchos pero no desorbitados. En los nueve primeros meses de este año hubo 187 robos con violencia e intimidación. Es más que lo normal en la ciudad (la media desde 2013 ha sido de 152 casos), y la segunda cifra más alta de la historia reciente, pero en los tres primeros trimestres de 2013 hubo 198 atracos, y el año pasado, pese a que buena parte del tiempo hubo confinamiento, la cifra fue de 137. Suponiendo que todos los atracos se denuncien, en nueve meses roban con violencia o con amenazas a uno de cada 1.330 coruñeses.

Algo parecido ocurre con los robos en viviendas. La cifra oscila año a año, y este verano, por la llegada de bandas itinerantes de asaltantes, los casos se dispararon hasta 277. Es bastante más que la media de los últimos años, que fue de 214, pero en 2014, otro pico, se llegó a los 336.

Pero, una vez más, ocurre que las cifras han disminuido mucho en el conjunto del Estado. En 2013 hubo más de 66.400 atracos en España, y se asaltaron más de 96.400 casas. Este año las cifras bajaron a algo menos de 37.500 y a poco más de 54.310, respectivamente. Si en 2013 la tasa de atracos era un 43,3% inferior en A Coruña al promedio nacional, ahora solo lo es un 4,5%. En los robos de viviendas se ha pasado de estar casi un 60% por debajo de lo normal en el país a apenas un 2,3%.

- ¿Es A Coruña una ciudad peligrosa? Si la comparamos con el pasado y el resto del mundo, no. España es uno de los países más seguros de Europa, que a su vez es la región menos violenta del mundo. Por otra parte, la tendencia a largo plazo en las sociedades occidentales es la disminución de las agresiones graves; si A Coruña tuviese la misma tasa de homicidios que en la década de 1880, habría unos 15 al año. En una escala más reciente, y aunque no hay datos, no parece probable que en la ciudad haya menos peleas o agresiones que en las épocas de peleas juveniles de los años 80 o 90, o menos atracos que en esos años.

La estadística de los dos primeros nueve meses de este año registra dos muertes violentas con dolo (los de Samuel Luiz y Mónica Marcos), y el conjunto del año sumará al menos otro crimen, en el Barrio de las Flores. También llevamos, al menos, cinco tentativas de homicidio o asesinato. Desde 2013 la cifra de muertes consumadas en los nueve primeros meses ha oscilado entre los dos casos o ninguno, para un total de nueve, y en conjunto la ciudad está un poco por debajo de la media española. En la ciudad ha habido un homicidio por cada 27.500 habitantes, y en España, uno por cada 25.700.

Este año hubo 45 casos de lesiones y riñas, mientras que desde 2017, cuando se empezó a dar el dato, la cifra osciló entre los 50 y 60. En 2021 la tasa coruñesa es un 39,8% inferior a lo que correspondería por población, una situación similar a la de otros años que se conocen.

En cuanto a los delitos sexuales, este año fueron 64, y la tasa coruñesa resulta un 3% menor que la española. En 2019 hubo cifras similares y se sobrepasó el promedio: el resto de años desde 2017 la cifra osciló entre los 34 y los 43, y la tasa fue sustancialmente inferior a la nacional. No se han registrado secuestros en la ciudad en los primeros nueve meses del año al menos desde 2017, cuando se empezaron a dar datos.

- ¿Hay barrios más inseguros? ¿Tiene relación con la okupación? Es imposible saberlo, pues no se dan datos por distritos. En el caso de Os Mallos, el barrio que más ha destacado por sus movilizaciones contra la inseguridad, algunos representantes vecinales han señalado a este periódico que se ha vivido un incremento de la inseguridad, mientras que otros cuestionan que haya más delitos que en otras zonas.

En el caso de Os Mallos, los vecinos vinculan la delincuencia con algunas casas vacías en las que se han instalado narcopisos y delincuentes conflictivos (en contraposición a otras viviendas okupadas que no dan problemas). Pero no parece que en la ciudad sea más prevalente el tráfico de drogas, al menos según estadísticas oficiales. Desde 2013 se detectan una o dos docenas de casos, entre un 50 y un 77% de lo que le correspondería a la ciudad por población. Este año llevamos 17 delitos, un 76,6% menos que la media española. Es cierto que es un crimen más invisible que otros, pero no habría motivos para pensar que fuese más difícil detectarlo en la ciudad que en el conjunto del país.