La guitarrista y cantante Alba Blanco (La Línea, 1995), creó en 2018 La Perra Blanco, un trío muy inspirado por la música rock norteamericana de mediados del siglo pasado, en especial el rockabilly, que también cuenta con contrabajo y batería. Actuarán hoy a las 21.30 horas en Mardi Gras, con temas de su álbum Bop And Shake y su nuevo EP publicado este año, que incluye las canciones Sweet daddy lips, Dream, My teeth are falling y Bury me.

¿Qué le llevó a esta música?

Empecé a tocar la guitarra a los catorce años, y me gustaba el punk. Luego pasé a la época psicodélica, y empecé a investigar qué es lo que escuchaban mis artistas favoritos de los 60. Empecé a retroceder en el tiempo, con la ayuda de algún amigo, y a meterme en música antigua: rhythm and blues, gospel, rockabilly, jazz... Fui yendo para atrás en el tiempo hasta que di con lo mío.

¿Y no tiene también influencias de música más contemporánea?

No, la verdad es que no escucho música contemporánea (ríe). Todo lo que escucho está muerte, como digo yo. Suelo escuchar música de los años 40 y 50, y también revival, rockabilly y bandas actuales que reproducen sonidos de esa época. También muchísimo jazz. Aunque no lo toco, me encanta.

¿La música antigua es más rica?

No, simplemente pienso que aún me queda mucho de aprender de aquellos años. Para qué ir para adelante si no me sé la lección anterior.

Emplea, para tocar la guitarra, el fingerpicking, típico de esa época.

Es una técnica bastante difícil. Requiere mucha constancia, y el primero año es sacrificado. Con el pulgar vas marcando un bajo, y con el resto de dedos haces una melodía. Si lo haces bien, puede dar la impresión de que tienes dos guitarras en una.

Aprendió a tocar de oído.

Mi padre era guitarrista, y mi madre cantaba y tocaba el piano, pero no me enseñaron nada directamente. Sí me crié rodeada de guitarras, y de buena música, pero no tuve un profesor, fui por mi cuenta.

Todas las letras están en inglés. ¿No se plantea cantar en español?

En español, directamente, no sé cantar: no escucho nada en este idioma. Todo lo que escucho es americano, ni siquiera británico. Si tuviera que cantar en español creo que no podría ni afinar.

¿Qué la inspira para hacer la letra de los temas?

Hablan de los sentimientos. La música es una forma de liberar las emociones, e intento plasmar cómo me siento en cada momento. No me inspiro en temas sociales, podría decirse que soy narcisista (ríe).

¿Y tiene inspiraciones del cine o la literatura de la época?

El cine me encanta, el cine negro, las películas de mafia, el western y cine clásico. Voy recogiendo un poco de todo.

¿Su público suelen componerlo fans del rockabilly, o es más abierto?

Tenemos un público bastante abierto, y eso me gusta bastante. Contamos con gente que ya conoce esta música de antes, pero viene otra de todo tipo. Este proyecto no se está cerrando a ningún tipo de público, y es lo que quiero: llevar esta música hasta donde me dejen llevarla.

¿Son ritmos accesibles?

Sí, en parte me siento afortunada de poder tocar rock and roll. Me parece una música tan sencilla, tan primitiva, que hasta un mono la puede entender y la puede bailar (ríe).

Algunos grupos de rockabilly llevan una cierta estética. Por ejemplo, hay mujeres que imitan el estilo pin-up de mediados del siglo XX, pero no es su caso.

A mí, sinceramente, la estética me da igual, lo que me gusta es la música. En el mundo del rockabilly, en concreto, parece que tienes que ser Marilyn Monroe, y si no parece que no eres nadie. Estoy totalmente en contra de eso. Me parece que es una forma de discriminar a los que no sean así. La ropa es cuestión de dinero. ¿Qué pasa, que si no tienes dinero para un traje de 300 euros de los años 50 no sientes el rock and roll? Es una música de la calle, de gente que no tenía un duro y quería divertirse y compartir su pasión por la música, no de gente que va a lucir el modelito nuevo que se ha comprado. Estoy totalmente en contra de los cánones estéticos que se llevan por bandera en el rock and roll, no los soporto. Mi intención no era ir partiendo esquemas; es que directamente me da igual (ríe).