Un dispositivo de geolocalización de un pasajero, origen del aviso de bomba en Alvedro

Un viajero, recluso con permiso, llevaba una pulsera, que se activó para dar la señal de alerta que recibió primero la Ertzaintza antes de avisar al aeropuerto

Vehículos de la Guardia Civil, hoy, durante la emergencia en el aeropuerto de Alvedro al aterrizar un avión procedente de Bilbao con aviso de amenaza de bomba.

Vehículos de la Guardia Civil, hoy, durante la emergencia en el aeropuerto de Alvedro al aterrizar un avión procedente de Bilbao con aviso de amenaza de bomba. / Carlos Pardellas

¿Por qué se produjo un aviso de bomba en un avión que aterrizó esta mañana en A Coruña procedente de Bilbao? Fuentes policiales explican a este periódico que el detonante de la alarma fue un dispositivo de geolocalización que llevaba encima un pasajero. Según estas fuentes, otros viajeros advirtieron este aparato, que pudieron haber confundido con un explosivo, razón por la que se lo comunicaron a la tripulación del vuelo y desde la cabina se informó al aeropuerto de Alvedro, que avisó a continuación a la Policía Nacional. Desde ese momento, se activó por tanto el plan de emergencia por amenaza de bomba en el aeropuerto de Alvedro.

Fuentes de la Guardia Civil matizan que el dispositivo, una pulsera, lo llevaba un recluso que viajaba a A Coruña con un permiso de desplazamiento. Una aplicación vinculada a este aparato activó una alerta a través del 112 que recibió la Ertzaintza, la policía autonómica del País Vasco. El aviso, que se refiere a la presencia de un pasajero con un artefacto explosivo, llegó primero al aeropuerto de Sondica en Bilbao y después al de Alvedro en A Coruña. La Guardia Civil investiga por qué se activó el dispositivo, añaden sus fuentes.

El vuelo V7 3538 Bilbao-A Coruña, operado por Volotea, tenía previsto su aterrizaje a las 07.30 horas. Lo hizo alrededor de las 07.25 horas, momento en el que todo el pasaje, 105 pasajeros más la tripulación, fue desembarcado y el avión derivado a una zona alejada de la pista. Agentes de la Guardia Civil inspeccionó la cabina, la bodega y al propio pasaje mientras los pasajeros esperaron primero en la pista y después en una sala de la terminal coruñesa. La Guardia Civil confirmó a las 10.05 horas que la incidencia se dio finalizada una vez confirmado que se trataba de una falsa alarma.

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