La última tasación de los muelles urbanos de la Batería y Calvo Sotelo, la zona 1 en la que el Ayuntamiento, la Xunta y el Puerto iniciarán la reordenación de la fachada portuaria de la ciudad con la adquisición de esos terrenos, se efectuó en enero de 2020. La encargó Puertos del Estado según las condiciones de aprovechamiento que establece el Plan Especial de Transformación de esa zona en el plan general de A Coruña, y concede a la superficie total de los muelles, de casi 64.400 metros cuadrados, un precio de 19.853.000 euros. Esta cantidad equivale a más del doble del valor que al mismo suelo le otorga el Ministerio de Transportes para uso portuario, 9.168.971 euros.

Esta diferencia en el valor de la tasación ha hecho preguntar al grupo municipal de Marea Atlántica por qué el Gobierno local estaría dispuesto a pagar la parte que le corresponde del precio que se le calcula a unos terrenos “que ya son públicos y ya permiten el uso ciudadano”, al tener la condición de dominio público portuario y sistema general portuario. En su respuesta a Marea, el Ejecutivo municipal elude pronunciarse sobre el motivo del desembolso de casi 20 millones de euros que compartirá el Concello, en distintas proporciones, con la Xunta y la Autoridad Portuaria, y se limita a informar de la superficie total de los muelles de la zona 1 y a señalar que es Puertos el órgano que ha tasado el suelo.

La operación entre administraciones en la Batería y Calvo Sotelo está en todo caso a la espera de que exista una tasación actualizada y definitiva, que tendrá que realizarse después de que el suelo que ocupan entre los dos muelles sea desafectado. En cuanto se produzca este paso, de la superficie total de 64.397 metros cuadrados quedarán liberados 54.533, que dejarán de tener la calificación de sistema general portuario, según establece la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante. Los casi 10.000 metros cuadrados que no podrán ser enajenados corresponden a una franja de 20 metros de anchura a lo largo de los cantiles que seguirá siendo dominio público portuario.

Cuando se produzca la desafección, para la que de momento no hay estimaciones temporales, podrá entrar en vigor la ordenación urbanística para la zona 1. Esta tendrá variaciones respecto al planeamiento actual, ya que se prevé que usos previstos en el documento en vigor, como comerciales, hoteleros o de servicios, sean reemplazados por usos públicos en espacios libres. La tasación final de la Batería y Calvo Sotelo, por tanto, se realizaría según los nuevos usos que se le atribuyan a esos terrenos.

La tasación definitiva de la zona 1 permitirá conocer qué gasto concreto asumirá cada administración en la adquisición de los terrenos conforme a los porcentajes que cada una se ha comprometido a destinar en la operación: el 75% en el caso del Ayuntamiento, el 20% la Xunta y el 5% la Autoridad Portuaria. La última tasación elaborada sobre la Batería y Calvo Sotelo fija un precio para su venta de 19,8 millones, pero la nueva valoración, con una ordenación y otros usos previstos en ese ámbito de la fachada marítima, será distinta. El presidente del Puerto, Martín Fernández Prado, comentó el mes pasado que la nueva tasación no tiene por qué darle a los terrenos un valor mayor que el que tienen ahora.

Los porcentajes de gasto de cada administración quedarán recogidos en el convenio que articulará la venta de los muelles. Fernández Prado apuntó a finales de octubre que se habían incorporado unos cambios al borrador del acuerdo que esperan firmar próximamente el Puerto y los gobiernos municipal y autonómico, para lo que se volverían a reunir en breve. Si lo han hecho, no ha trascendido.

El principal punto de discordia es el que concierne a la participación de cada parte en la urbanización de los muelles cuando queden liberados y comience la reordenación de la zona, ya que el Concello se niega a costear el 75% de los trabajos, en consonancia con el mismo porcentaje que gastará para adquirir la Batería y Calvo Sotelo. La Xunta, que defiende que el Ayuntamiento asuma el 75% de la urbanización, se ofreció a construir en el puerto un equipamiento público costeado con los fondos que no se dediquen a la adquisición y urbanización de los terrenos de los 20 millones que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, prometió dedicar en 2018 a la compra del 51% de los dos muelles.

El Puerto prevé una escala récord de cruceros en 2022, con la llegada de 170 buques, entre ellos el ‘Disney Magic’

Las previsiones con las que la Autoridad Portuaria ha regresado de la International Cruise Sumnit, celebrada en Madrid, superan las estimaciones con las que concurrieron los responsables de la entidad coruñesa respecto a las escalas de cruceros en 2022. El cálculo inicial de 140 buques se ha elevado a 170, lo que supondría un incremento del 42% en relación al récord alcanzado en el año 2017, cuando en los muelles coruñeses atracaron 120 barcos con unos 185.000 viajeros a bordo. El Puerto destaca en una nota que el sector de los cruceros “volverá con fuerza” el próximo año a nivel general tras un 2021 “de transición” en el que se reanudó la actividad después de la interrupción ocasionada por la pandemia del coronavirus, según comprobó la delegación coruñesa en la convención de Madrid, encabezada por el presidente, Martín Fernández Prado, quien destacó que se lograron “fructíferos avances en la captación y fidelización de clientes”. El Puerto prevé cerrar 2021 con la llegada de 32 cruceros al muelle de Transatlánticos, que empezó a recibirlos en septiembre. Para el próximo año, la entidad espera diez primeras escalas, entre las que figuran las del Carnival Pride o el Costa Diadema. Entre los fieles al Puerto destacan los emblemáticos Queen Elizabeth y Queen Victoria, los buques gemelos de la naviera Cunard, que serán los encargados de inaugurar el calendario en una doble escala el 4 de enero. Una de las visitas más singulares será la del Disney Magic, el primer crucero de la compañía de entretenimiento familiar que recalará en A Coruña, a finales de julio. El Puerto prevé que en 2022 haya una treintena de escalas múltiples, entre ellas seis triples e incluso la llegada de cuatro buques el mismo día.