Las casas de Franco en O Ventorrillo, que el Concello preveía incluir por primera vez en la convocatoria de ayudas para las áreas de rehabilitación integral (ARI) en 2019, se estrenarán al fin en la de 2022, la primera en tres años después de la cancelación del proceso en 2019, 2020 y 2021 por atasco en la tramitación de solicitudes. El Gobierno local informó ayer de que abrirá un plazo de dos meses, sin concretar aún cuándo comenzará, para que los propietarios de las casas de Franco, del grupo de viviendas María Pita en Labañou y de Ciudad Vieja y Pescadería presenten sus peticiones para optar a las subvenciones para la mejora de sus inmuebles. El Concello presupuestará unas ayudas por importe global de 1,3 millones de euros.

Con esta convocatoria, que previsiblemente se aprobará en una de las próximas juntas de gobierno local, el Ejecutivo socialista pone fin a tres años sin promover estas ayudas a la rehabilitación, que además de los fondos municipales, cuenta con inversión del Estado y de la Xunta, que los tramita y otorga, y de los propietarios de las viviendas. En septiembre pasado, el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, explicaba a este periódico que atascos en la tramitación de las solicitudes anteriores a 2019 habían impedido al Ayuntamiento anunciar una nueva convocatoria ese año y los dos siguientes. El Gobierno municipal comunicó ayer la recuperación de estas subvenciones, aunque sin aclarar si se han resuelto los problemas de tramitación.

Las viviendas del casco histórico que soliciten ayudas para su reforma podrán repartirse 237.447 euros, con prioridad para los edificios catalogados. Los pisos de Labañou tienen una asignación de 571.290 euros. Y las casas de Franco, 529.612 euros. El límite de subvención por vivienda será de 22.000 euros, 10.000 más que en las anteriores convocatorias, y podría llegar a 30.000 euros según el caso.

Las ARI son, según la Xunta, “la base principal de las actuaciones de rehabilitación en entornos urbanos por parte del Instituto Galego da Vivenda e o Solo (IGVS). La inversión con la que el Ayuntamiento ha contado desde 2003 para rehabilitar viviendas deterioradas es de casi 27 millones de euros. Las casas de Franco, un grupo de pisos sociales que ocupan algo más de dos hectáreas —578 viviendas en 12 portales—fueron las últimas en entrar en una convocatoria de ARI, aunque las esperan desde cuando fueron declaradas, en 2015. La reforma de las fachadas y la instalación de ascensores son las principales demandas de sus vecinos.