A Coruña aparece como una de las paradas de la nueva gira de Vega. No podía ser de otra forma. Es su “tierra de adopción” como ella misma dice. Presentará su nuevo disco, Mirlo blanco, del que ya ha desvelado dos canciones. Disfruta del momento, con paciencia, consciente de todo el trabajo que hay detrás y con ganas, ya, de subirse a un escenario

El día 11 de febrero publica Mirlo blanco. Dice que ha vuelto a nacer. ¿Cómo ha sido este proceso?

Vuelvo a sacar un álbum de estudio de canciones inéditas tras casi cuatro años desde el anterior. Resume muy bien cómo es mi carrera, como artista y mis anhelos como persona. En este disco, esas dos cosas van más ligadas.

¿Por qué Mirlo blanco? ¿Se siente identificada?

Es que vi un mirlo blanco y me llamó mucho la atención. Al verlo, me hice el planteamiento de si soy un mirlo blanco por mi carrera como artista independiente en la industria, siendo mujer. Era todo muy difícil y, a la vez, un poco extraño. Y lo digo en positivo, sobrevivir en la industria de la discográfica con este quinto álbum desde 2013 y seguir sacando álbumes que se colocan en los primeros puestos de venta de las listas españolas es raro. Y concluí que no soy un mirlo blanco, soy un mirlo negro al que le han salido canas de experiencia. Me fueron arrancando las plumas en la industria y me volvieron a crecer, pero blancas. No me considero una rara avis, soy fruto de las circunstancias, una mujer completamente empoderada que lucha por lo que quiere.

En esa lucha, ¿ha sentido presión por parte de los grandes sellos?

Es complicado. Mi sello es un sello independiente, pero también un monosello, soy la única artista que hay en él. Lo mío es como una rareza aun mayor, una artista que se lleva a sí misma cuyo sello solo la lleva a ella. Con los años, hemos ido creciendo y somos un equipo. Pero, al principio, no tenía más catálogo con el que negociar o hacer presión. No tenía nada que no fuera yo misma. Tuve que abrir ese camino sola. Ahí está la satisfacción personal de haber podido. Rendirse era lo natural. Si ahora mismo me cuentan todo el esfuerzo que ha llevado detrás, igual no lo hubiera hecho. Creo que era un poco inconsciente en ese sentido.

Un golpe es el primer adelanto del nuevo disco. ¿Se ha tenido que llevar muchos para llegar hasta aquí?

Muchos y muchos tortazos, muchos tropiezos y mucha horas de trabajo. Esto es un monosello. Somos tres hermanas. Una se encarga de la parte de fabricación, otro de comunicación, pero toda la parte de contenidos soy yo. Además de artista, soy publicista. Me puedes ver guionizando vídeos, llevando redes sociales, escribiendo las canciones, cantándolas, grabándolas y produciéndolas. Es un trabajo muy arduo. Son muchas cosas. En un minuto soy artista respondiendo entrevistas y al siguiente soy un trabajador más de la oficina. Pero estoy muy contenta y orgullosa.

También ha sacado Bipolar. ¿Necesitaba hablar de salud mental?

No es que lo necesitara. Cuando hago las canciones, escribo sobre cosas que me parecen importantes y que yo necesito. Escribí Bipolar porque necesitaba una canción liberadora, en la que hablar de esos momentos que pasamos todos, que tienen que ver con la salud mental. Todo el mundo, a lo largo de su vida, tiene momentos en los que no se encuentra bien emocionalmente. Estamos tristes, se nos pasa y luego volvemos a caer, pero no le damos importancia como a un dolor físico. Si nos torcemos un tobillo, vamos al fisio. Lo tenemos muy claro. Pero esto no se ve, y cuesta reconocer que necesitamos la ayuda de un profesional. Necesitaba cantar ese “no pienso rendirme”, porque yo nunca me rindo con nada. Además, decidí dar el paso de respaldar esa canción. Yo misma he tenido mis rachas y he precisado ayuda.

¿Se están dando pasos para superar los estigmas de los problemas de salud mental?

Yo creo que la estigmatización se elimina a base de normalizar. Es importante que las personas conocidos lo cuenten porque a mucha gente le inspira confianza y se sienten menos solos. Pero la forma de quitar los estigmas es que a nivel cotidiano podamos hablar de esto sin problemas. El foco no hay que ponerlo en qué me pasa a mí, sino que soy una más de tantos que en algún momento de sus vidas no han gozado de una salud mental equilibrada.

Figuran como coautoras de la canción su hija y su sobrina. ¿Cómo surgió?

Yo tenía claro que quería empezar la canción en una zona más triste y melancólica para ir a un final impregnado de luz y positivismo. Necesitaba un puente para hacer esa transición, pero me costaba muchísimo. Me pregunté que me hacía feliz y me hacen feliz ellas, así que les pregunté a ellas y me dijeron cosas tan bonitas que me emocionaron. Sencillo, pero precioso. A mí nunca se me habría ocurrido. Sus frases, tal cual las dijeron, están en el estribillo.

También le está dando mucha importancia a los videoclips. ¿Son una parte más para entender las canciones?

Claro, esa es la verdadera función de un videoclip. Hace más grande una canción y permite entenderla más. Es un arte al servicio de la canción. Los cuido mucho, desde el guion, la historia, cómo y dónde. El de Bipolar está rodado en Cangas.

Junto al disco y al vinilo, publicará casette. ¿Por qué recuperar este formato?

El disco se grabó en cinta analógica, esa es la razón de que exista este formato. Me hacía ilusión que el disco saliese en el mismo formato en el que se ha grabado. Todo en mí tiene una razón de ser, no me dejo llevar por el marketing.

¿Habrá que recuperar el walkman?

(Ríe) Bueno, todavía hay en muchos coches. Hay gente que me lo dice.

¿Cómo se imagina Mirlo blanco en directo?

Lo tengo muy claro. Al estar grabado en directo, de todos mis discos de estudio es el que más se asemeja a lo que soy en directo. El concierto va a ser tal cual el disco.

Lo presenta el 26 de marzo en la sala Inn.

Claro. A Coruña es mi tierra de adopción y ya he pasado casi tanto tiempo en Galicia como en Andalucía. Entra siempre en mis planes.