Desde muchos frentes se ha luchado durante más de año y medio para hacer frente a una pandemia que ha cambiado el mundo. Ahí la Universidade da Coruña (UDC) también ha puesto su granito de arena. Investigadores de la UDC se han embarcado en diferentes proyectos y estudios innovadores para encontrar respuestas y soluciones a la crisis sanitaria. Todo ello aparece reflejado en la Memoria de Responsabilidad Social, en la que se destaca “la intensa labor investigadora” que se está llevando a cabo, desde Elviña, en el ámbito de la salud.

Son muchos los proyectos que se han puesto en marcha para frenar el COVID-19. En algunos de ellos participó el catedrático de Estadística Ricardo Cao, que, además, fue nombrado presidente del comité Acción Matemática contra el Coronavirus. De su mano nació Cooperative Forecasting (ForeCoop), mediante el cual se desarrolla una herramienta web que, al tiempo que monitoriza la evolución de la pandemia, proporciona predicciones basadas en diferentes modelos de predicción combinada. “Al principio de la pandemia, estaban proliferando las previsiones matemáticas para saber cómo iba a evolucionar la pandemia. Pero hay muchos métodos matemáticos para ello, así que nos pareció pertinente impulsar esta herramienta para hacer métodos de predicción que sacan lo mejor de cada uno”, explica el investigador del Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Citic), que recuerda que se fue haciendo “de forma altruista y espontánea” y con el apoyo de “150 investigadores de toda España”. La iniciativa logró la financiación del Fondo Supera COVID-19.

De hecho, el Citic se posicionó como el centro de investigación del Sistema Universitario Gallego con la concentración más alta de proyectos financiados. Consiguió apoyo de la Axencia Galega de Innovación para tres acciones: Predicción de la estructura de proteínas de SARS-CoV-2 con técnicas de Inteligencia Artificial; evaluación, predicción poblacional y personalizada de la evolución de la enfermedad COVID-19 y mejoras en la detección, evaluación y seguimiento personalizado de los afectados.

El Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (Cica) también desarrolló proyectos de este tipo con un presupuesto de más de 2,5 millones de euros. En sus iniciativas participaron cerca de 80 investigadores. Se realizaron, sobre todo, estudios oncológicos.

La Memoria de Responsabilidad Social recoge también los logros de VirionBreak, seleccionado por el Instituto de Salud Carlos III. Al frente, el investigador Fermín Navarrina. El objetivo es elaborar estrategias para destruir la cubierta proteica del coronavirus —cápside— y así detener la infección. “Proponemos romper la cubierta del virus mediante vibraciones, se podrían inducir mediante microondas”, expone el catedrático.

Es, todavía, un proyecto “especulativo” y es la “primera vez” que se trabaja en su desarrollo. “Estamos en la fase de realizar el cálculo de las frecuencias de vibración, pero es posible que antes de lo que penamos podemos realizar ensayos”, reflexiona. Saben que el virus se puede romper, lo importante es saber si “la cantidad de energía utilizada es dañina para el ser humano”. La UDC ha promovido más actividades relacionadas con la innovación y la investigación en el ámbito de la salud. En estos meses, se hizo una monitorización del impacto de la pandemia en el estado anímico y la opinión pública de la sociedad y se desarrolló un sistema de test de detección de coronavirus en muestras de cultivo nasofaríngeo y en plasma. También se creó CovidLoc, un motor multitecnología para la localización de ciudadanos afectados por el virus.

Ricardo Cao todavía se acuerda de los primeros días de confinamiento y la escasez de datos. “En abril de 2020 se detectaba solo un 10% de los casos por la ausencia de pruebas diagnósticas. Era muy incierto todo. Hicimos una propuesta de un diseño de un plan de muestreo”, señala, y destaca que España “fue uno de los pocos países que hizo una encuesta nacional de seroprevalencia”.

Investigadores de la UDC participaron también en el estudio de las medidas y restricciones que se impusieron en las diferentes comunidades. “Comprobamos el impacto de esas medidas en la bajada de la incidencia de la enfermedad”, cuenta Cao.

COVIDBens también jugó y juega un papel muy importante, ya que permite detectar el virus en las aguas residuales. “Y la estimación de las proporciones de las variantes, que es un problema muy complejo”, apunta el investigador y matemático, que no se olvida del proyecto CEDCOVID. “Nos ayudó a estudiar temas desde la ciencia de datos, como los tiempos relevantes de los pacientes en el hospital, el tiempo en UCI o en habitación, y anticipar el pronóstico en función de los síntomas”, resume.

Son solo algunos ejemplos de cómo la Universidade da Coruña y sus investigadores dieron un paso adelante con un solo objetivo: parar el coronavirus y mitigar sus consecuencias.