En 2022, el Millennium recuperará la luz tras once años de apagón y un sinfín de actos vandálicos. La memoria del proyecto recoge que apenas se encuentran elementos de la instalación eléctrica y de iluminación que se colocó en su inauguración en el año 2000, “habiendo desaparecido prácticamente en su totalidad”.

El obelisco situado en la avenida Gerardo Porto ha sufrido saqueos durante los últimos años. De hecho, sus bajos, que estaban destinados a ser un espacio hostelero, siguen vacíos y en muchas ocasiones han servido de refugio para los sintecho. Durante seis semanas —que empezarán a contar en cuanto se adjudiquen los trabajos—, el Millennium será objeto de una reforma para devolverle su iluminación. El presupuesto es de 88.945 euros.

Así, se sustituirá por completo la red actual, tanto el alumbrado general como el de mantenimiento y las balizas de señalización. Se colocarán 40 luces LED, más eficientes y sostenibles que las que tenía. Las obras afectarán principalmente al interior del obelisco, en su estructura metálica interna y en la base de hormigón.

La construcción sobre la que se erige el monumento, indica el proyecto, se encuentra en un “estado de deterioro generalizado, con numerosas muestras de actos vandálicos que evidencian un abandono persistente”. Este documento alerta también de que los intentos por parte de los responsables del monumento de evitar el acceso no autorizado a estas instalaciones con el cierre del perímetro en la planta baja han sido “en vano”, pues hay personas que sí han pasado y han saqueado el Millennium por dentro. Se han llevado cableado, interruptores y luminarias. “Únicamente se conservan algunos de los anclajes que sirvieron para la fijación de las luminarias a la estructura y componentes de la instalación de difícil desmontaje como el cuadro eléctrico y el contador, de los que sólo se conserva la envolvente”, enumeran.

Después de su renovación, el funcionamiento del alumbrado se gestionará por un sistema de control de telegestión. También estará disponible un centro de mando en el propio obelisco, por el que se podrá tener un control manual y remoto del cuadro eléctrico y regular los niveles de iluminación.