El nuevo año empieza para César de Centi con un largo viaje. Hoy toma un avión a Madrid, mañana vuela a Buenos Aires, PCR y pasaporte COVID mediante. El cantante y compositor coruñés inicia una gira de un mes por Argentina y Uruguay en compañía de otro músico, Tato López, madrileño asentado desde hace dos décadas en Santiago. En las Américas se les unirá el argentino Emiliano del Río, otro artesano de la canción. La experiencia es un capítulo más de la “carrera de fondo” que para De Centi es su profesión, y es también una aventura de “esperanza” tras más de un año de limitaciones a la música en su ciudad, en su tierra.

El músico está “muy nervioso”. “Mis canciones se van a enfrentar a otra gente, a otro público que tiene otra manera distinta de entender la música. Llevo más de veinte años cantando, pero cuando más aprendo es cuando canto lejos de casa. Para esta gira por Argentina me siento como si tuviera que superar las doce pruebas de Astérix”, reconoce. Porque son doce las fechas que tiene cerradas de momento, y confía en que con la influencia de Del Río, que será el anfitrión del dúo español, pueda sumar algún concierto más.

Rosario para arrancar, Pergamino, Córdoba, Jujuy, Montevideo en el país vecino... y Buenos Aires como colofón. Bolos en recintos cerrados y en espacios abiertos; viajes por carretera en coche y autobús. Un mapa y un itinerario que fueron tomando forma en los últimos seis meses tras adoptar distintos perfiles y rutas. “Tato y yo lo comentamos hace medio año, la posibilidad de hacer gira en Argentina. Primero a lo loco, luego en serio. Hicimos contactos y compramos los billetes. Conozco a Emiliano desde hace años, cuando vino a la ciudad a participar en el ciclo Viernes de Cantautar, y gracias a él empezamos a conseguir conciertos”, explica De Centi.

A sus 41 años, al coruñés le gusta recordar que en más de dos décadas de carrera no tiene “tantos discos” como otros cantautores de la ciudad, solo tres, pero su bagaje de colaboraciones y trabajos grupales es amplio. En el último año y medio ha podido dar un puñado de conciertos y la pandemia omnipresente lo castigó en mitad de una gira de ocho citas por España que tuvo que cancelarse. “He tenido mala suerte y no he sido el único: tenía un concierto cerrado y llegaban nuevas restricciones”, lamenta. En Argentina y Uruguay le espera un tiempo veraniego y, aunque sabe que podrá tocar y cantar con aparente normalidad, le acompaña la duda del impredecible comportamiento del COVID y sus variantes.

De Centi y López afrontan el reto latinoamericano cargados de ilusión en el equipaje. “Tocar en casa está muy bien, para qué engañarnos. Pero hacerlo ante desconocidos te asusta y te motiva a la vez. La música te plantea metas día a día y detrás tiene mucho trabajo que no se ve. Para mí este viaje es un viaje de esperanza”, resalta el coruñés.

De La luz de los gigantes a Bailando el incendio, repasará De Centi. Y sus versiones de cabecera (Silvio Rodríguez, Ismael Serrano). El disco Humano, de Tato López, formará parte del repertorio. Del Río, que en 2008 ganó el premio a la mejor canción en el festival de Viña del Mar, también pisará las tablas. Puede que alguien más suba al escenario durante este mes de aventura, aprendizaje y pasión musical.