El general Juan Francisco Arrazola Martínez, jefe del Mando de Apoyo a la Maniobra (MAM) y representante institucional de las Fuerzas Armadas (RIFAS), presidió ayer en A Coruña los actos de celebración de la Pascua Militar, en el edificio de Capitanía General. Lo hizo ante autoridades civiles y militares, entre las que no estuvieron, como estaba previsto, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, ni el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, tras dar positivo por coronavirus y estar en cuarentena. También comunicó su contagio el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

En el acto, el general Juan Francisco Arrazola transmitió la felicitación de Felipe VI y su “deseo de paz y bienestar para el año 2022”, así como su “consideración y reconocimiento a los Ejércitos de España”. Enumeró los desafíos de la Guardia Civil centrándose en la ciberdelincuencia y en la lucha contra la violencia de género, así como en la vigilancia de los caminos de Santiago en un año Xacobeo en el que se prevé una “importante afluencia” de peregrinos. Indicó que en mayo se celebrará en A Coruña el 150 aniversario del Regimiento Isabel La Católica número 29 de la Brigada Galicia VII, que estuvo instalado en el Acuartelamiento de Atocha hasta el año 1988.

Recibieron condecoraciones personal civil y militar de los Ejércitos, la Armada y la Guardia Civil. La subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, agradeció ayer el apoyo de las Fuerzas Armadas y su “compromiso” con la sociedad, especialmente durante la pandemia. y el volcán de La Palma. El jefe superior de la Policía de Galicia, José Luis Balseiro, y el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, Francisco Javier Jambrina, fueron distinguidos ayer por su trabajo.

En su discurso, el general Juan Francisco Arrazola Martínez animó a “afrontar con resolución los desafíos presentes y futuros para ser las Fuerzas Armadas útiles, cercanas y modernas que España necesita”.