Se hizo conocido cuando entró en la academia de Operación Triunfo en 2017 y, desde entonces, no ha parado de trabajar. Ayer y hoy [en la función de las 18.00 horas] Ricky Merino se metió en la piel de Sam, el protagonista de Ghost, para darle vida en el Palacio de la Ópera. Comparte personaje con David Bustamante, que le toma el relevo en la función de las 21.00 horas de hoy y en la de mañana de las 18.00 horas. Las entradas está a la venta en Ataquilla.com, a partir de 45 euros. Tras esta escala en A Coruña, el espectáculo viajará a Vigo.

¿Cuántas veces había visto la película de Ghost antes de que le ofreciesen el papel de Sam en el musical?

Es de esas películas que no sabes cuántas veces has visto, pero muchas. Eso seguro. Es uno de esos títulos que aparecen muchas veces en televisión, como Pretty woman, que forman parte ya del imaginario colectivo. La última vez que la vi fue antes de empezar a ensayar y ya no la he vuelto a ver. La vi para recordar la historia, aunque tenía el libreto y el guion.

¿Y le gustó o envejeció mal la historia?

La película me gustó, pero es que a mí me encantaba el musical, porque a mí me gustan mucho los musicales. Yo conocía la versión que habían hecho en Inglaterra y me gustaba mucho el disco. Cuando lo adaptaron en España, me parecía que era un regalo.

¿Y se ven en el escenario las imágenes tan icónicas que aparecen en la película o es una versión diferente?

Intentamos ser lo más fieles posible a la película porque sabemos que la gente viene al teatro y espera ver según qué escenas de Demi Moore, de Patrick Swayze y de Whoopy Goldberg.

Lleva ya más de medio centenar de funciones del espectáculo.

El musical ya hizo una primera temporada antes de la pandemia, luego, empezó la segunda temporada, que fue cuando nos incorporamos David Bustamante y yo y hemos hecho cinco meses en Madrid, acabamos el 20 de febrero. Y como David Bustamante y yo vamos alternando personaje, el otro día calculé y tengo apuntado que hoy [por ayer], en A Coruña voy a hacer mi función número 88.

Y con tantas funciones a la espalda, ¿le sale ya Sam con el piloto automático o cada día hay algo nuevo?

Aunque sean las mismas posiciones, la misma obra, el mismo texto y las mismas canciones, cada día es diferente, porque siempre pasa algo. No somos máquinas, somos personas que sienten y padecen y un día estás más soso, otro día estás más fuerte, otro te ha pasado algo... Y todo eso que te pasa a ti, te lo puedes llevar al escenario y eso enriquece al personaje o lo hace más difícil ese día. Yo nunca he notado la monotonía.

Se van de Madrid, donde tuvieron muy buena acogida y, ahora, empieza el reto de salir de gira y de adaptarse a nuevos escenarios...

Yo el reto lo veo más en el momento en el que estamos. Plantear esto era imposible hace unos meses, por la pandemia. Y ahora, empezar a girar por España... El reto es ver que la gente se anima con nosotros a volver a los teatros. En Madrid he notado que pasaba y me gusta ver que se puede llevar un espectáculo a unas ciudades a las que antes no llegaban y que podamos llevar algo que se hacía en Gran Vía por todo el país, porque no todo el mundo podría ir a Madrid a verlo. Me parece que es una suerte que podamos hacerlo. Y estoy contento no solo de poder girar sino de empezar en Galicia, porque tengo varios lugares en los que, cuando voy, me siento muy querido y como en casa y uno de ellos es Galicia. Vengo mucho a la TVG porque me encanta, y creo que me pasa porque tengo muchos amigos gallegos.

¿Quién le diría, cuando se presentó al primer casting de Operación Triunfo, que cinco años después estaría compartiendo papel con David Bustamante en el musical de Ghost?

Hace cinco años no me lo habría ni imaginado, no habría pensado en las cosas que he conseguido en este tiempo. Yo hice aquella prueba sin ningún tipo de pretensión, porque además, era un programa que no se sabía cómo funcionaría porque la edición anterior había tenido que acabar antes y el bum había sido en 2001, con la generación de Bustamante. Era un casting más de los muchos que hacía, con la esperanza y con el sueño de que, en algún momento, llegase mi oportunidad, pero no sabía qué iba a ocurrir. En ese momento, si me dijesen que iba a estar en Gran Vía protagonizando un musical o haciendo televisión o trabajando en Inglaterra como también trabajo, me parecería algo muy loco y surrealista. Pienso que han pasado cinco años y me parece increíble, parece que fue el año pasado.

Se unen en este musical dos generaciones de Operación Triunfo, haber vivido la misma experiencia y compartir papel, ¿les ayuda a David Bustamante y a usted a la hora de enfrentarse al musical?

Operación Triunfo es una formación más y una oportunidad. David lleva ya veinte años de carrera. A mí el musical me recuerda a Operación Triunfo en cuanto al trabajo coral, ahora estoy en una compañía en la que tengo que trabajar mano a mano con un equipo y con un elenco de actores y actrices. En ese sentido, sí que es parecido a cuando formaba parte del bum de Operación Triunfo y nos íbamos de gira, porque allí todos formábamos parte de lo mismo, al fin y al cabo, el formato de 2017 era como un grupo pop de muchos integrantes y ahora formo parte otra vez de un grupo grande que hace en conjunto un espectáculo. Yo creo que ese es el espíritu, que el compañerismo sí que es parecido, y eso sí que ayuda.

Aunque los más conocidos sean Bustamante y usted, sobre el escenario están también sus compañeras Cristina Llorente, que interpreta a Molly, y Ela Ruiz, que hace de Oda Mae Brown.

Son muy buenas, todo el elenco es muy bueno y hay mucho nivel, pero el trabajo de ellas dos y sus personajes son muy complicados, porque la gente tiene a Demi Moore y a Whoopy Goldberg en el recuerdo. El de Molly es un personaje complicado, porque se le muere el novio y se queda sola. Ela, que interpreta a Oda Mae Brown, se gana al público desde el primer momento. Cuando sale, yo estoy en el escenario, y voy notando cómo cambia la energía del público. Cuando sale Ela se los gana. Es un personaje muy rico y ella lo enriquece todavía más.