La Dirección Xeral de Ordenación do Territorio e Urbanismo ha puesto pegas al plan inmobiliario para construir tres edificios de unos setenta pisos en la avenida de Monelos, en el linde con Eirís, al paso del Camino de Santiago. Señala que el aprovechamiento urbanístico previsto en el proyecto es superior a lo que determina el plan general, algo que “no es admisible” según la Lei do Solo de Galicia. La Consellería de Medio Ambiente ha decidido agilizar la tramitación, al no advertir efectos ambientales significativos en el entorno, pero indica que se deben cumplir las directrices de los organismos consultados. Entre ellos, además de Territorio, está Patrimonio, que indica que parte del diseño puede afectar a la imagen de la ruta jacobea y a unos hórreos catalogados del entorno.

Esta actuación estaba inicialmente definida mediante un estudio de detalle aprobado en el año 2002 que establecía una edificabilidad de 7.305 metros cuadrados, pero ante la necesidad de adaptarse a la nueva normativa urbanística municipal y a la protección del Camino Inglés a Santiago que posee la avenida de Monelos, los promotores optaron por elaborar un plan especial que fue remitido a la Xunta de Galicia para ser sometido a una evaluación ambiental.

El polígono, bautizado como Monelos II, Incluye tres edificios separados entre sí, con vistas hacia Xuxán, con planta baja y seis alturas que estarán rodeados por 1.794 metros cuadrados de espacios libres. El departamento autonómico de Urbanismo entiende, precisamente, que la forma de calcular los aprovechamientos en la zona es erróneo, lo que provoca que se supere el máximo edificable respecto al documento de 2002, algo que ve fuera de la legalidad.

El informe del Instituto de Estudos do Territorio ve adecuada la ordenación propuesta, al entender que la última de las versiones del proyecto “mejorará la integración paisajística de las edificaciones” respecto a 2002, “permitiendo una mayor permeabilidad desde el Camino, además de favorecer que la avenida de Monelos mantenga un espacio público soleado”. También aplaude la “integración” que da la senda con árboles en el tramo de acera que corresponde al Camino de Santiago.

La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural tiene, sin embargo, peros a algunas de las partes del proyecto. En primer lugar, pone el foco en los aparcamientos en superficie dentro del ámbito porque “pueden afectar a la imagen del recorrido”. “Asimismo, el vial previsto en el borde sur”, añade el dictamen, “puede suponer un efecto barrera entre la zona verde proyectada y la agrupación de hórreos catalogados situados fuera del ámbito”.

Este polígono es una de las numerosas áreas de planeamiento incorporado (API) que forman parte del plan general de 2013 y cuya ordenación se rige por la normativa urbanística de 1998, que permitía una mayor edificabilidad. La inclusión de estos polígonos en el documento suscitó críticas por parte de sectores políticos y sociales que entienden que ese tipo de urbanismo no se corresponde con el momento actual. A pesar de que ya han transcurrido ocho años desde la aprobación del plan general vigente, muchas de las API que contienen no fueron desarrolladas.

El plan recibió también el recurso de un particular, que censura que la disposición de los volúmenes prevista afecta negativamente a la visibilidad y permeabilidad de y desde el Camino Inglés, “dado el apantallamiento que estos provocan”. Afea también, por escaso retranqueado respecto a la ruta xacobea y estar ubicados en pendiente, los edificios tendrán una gran exposición visual, además de que no se reserve porcentaje alguno para vivienda protegida.