Los trabajadores de las empresas auxiliares de la refinería de A Coruña regresarán el próximo lunes a sus puestos y acabarán con el paro iniciado el pasado miércoles a raíz del accidente que costó la vida al operario Unai Martínez el 26 de marzo, ya que en la asamblea celebrada a primera hora de esta tarde aceptaron las medidas de seguridad propuestas por Repsol durante la negociación llevada a cabo en la noche del jueves.
Una manifestación de en torno a 400 personas, según la Policía Local, partió este viernes de la factoría y recorrió la ciudad hasta la Delegación del Gobierno, donde cortó el tráfico en la plaza de Ourense. Los asistentes expresaron su protesta por el siniestro mortal y gritaron “Unai somos todos”, al tiempo que se arrodillaban en señal de duelo.
Los delegados sindicales de las auxiliares, que realizan tareas habituales de mantenimiento y llevan a cabo la parada técnica que se acomete en estos días en la refinería, fueron convocados a una nueva reunión a última hora de la tarde del jueves, tras el fracaso de la negociación desarrollada el miércoles. Durante el encuentro, la compañía se comprometió —según Ismael Bociga, portavoz de la comisión negociadora— a que la investigación del accidente esté concluida entre los próximos lunes y martes y los representantes de los trabajadores reciban información sobre sus resultados.
También aceptó que la refinería disponga de una ambulancia medicalizada las 24 horas del día, así como un médico y dos ATS para intervenir en posibles accidentes. Otro de los compromisos fue reforzar los medios humanos y materiales en el lugar de la factoría en el que ocurrió el accidente, además de incorporar 50 nuevos equipos de respiración autónoma y aumentar en un 25% los detectores de fugas de gas.
La empresa también admitió que el comité de seguridad y salud de las auxiliares cuente con cuatro delegados sindicales fijos y tres volantes, además de representantes de Repsol.
Bociga explicó que, a diferencia de la anterior reunión, los representantes de Repsol tenían en este caso capacidad negociadora y adoptaron un talante diferente, por lo que calificaron el encuentro de “punto de inflexión”. Tras obtener este acuerdo, los sindicalistas regresaron a la refinería por la mañana y comprobaron que ya se disponía de la ambulancia y el personal sanitario, además de los equipos de seguridad, pero en la asamblea que se realizó a mediodía los trabajadores rechazaron regresar al trabajo al estimar que no se cumplen todas sus exigencias. Horas después, tras la manifestación, los operarios realizaron una nueva asamblea, en la que finalmente se acordó el regreso a la actividad a partir del lunes.
Repsol calificó de "positivo" el acuerdo alcanzado con los representantes de los trabajadores y destacó que durante toda la negociación manifestó su voluntad de "mantener el diálogo abierto" e hizo llamamientos a "trabajar conjuntamente de forma constructiva".
Bociga espera que en la investigación del accidente, en el que también resultó herido grave Óscar Feal, “se responsabilice a una persona, ya que la culpabilidad no debe ser de ninguna, sino del sistema”, para lo que puso como ejemplo el siniestro de Angrois, en el que se culpó al maquinista, de quien dijo que “no es un asesino, ni un imprudente ni un mal profesional”.
