Muchos conductores, incluso algunos peatones, todavía no se han dado cuenta de que el carril bici ha llegado para quedarse y que hay que respetar sus normas, así que han decido ignorar su existencia. Es habitual ver coches en la zona peatonal de La Marina, pero lo que no es tan común es la estampa que ofreció ayer un conductor que decidió que el carril bici, a la altura del teatro Colón, era un buen lugar para parar y para esperar a alguien, interrumpiendo la circulación de los ciclistas. En fin, un negacionista del carril bici.