La música se puede encontrar en todas partes. Los artistas callejeros aparecen en cualquier punto de A Coruña. De hecho, la calle Real suele ser escenario de estas actuaciones. Pero ayer por la tarde, cuando el sol caía, los transeúntes que se encontraban en la plaza de Mina fueron sorprendidos por un grupo de cantareiras. Se colocaron en la isleta donde cruzan los peatones. Y ahí sacaron sus panderetas para poner ritmo a la jornada. Como ocurre cuando suceden cosas inesperadas, muchas personas sacaron sus móviles para grabar la actuación improvisada. Un toque festivo y lleno de tradición en un miércoles cualquiera.