No todos los agujeros son aptos para esconderse, pero lo que parece obvio para todo el mundo no lo fue para un erizo que se coló en el sumidero de una fuente pública en el entorno de la Torre de Hércules. Un ciudadano llamó a los bomberos para que acudieran a rescatarlo, pero a su llegada otra persona les informó de que ella misma había conseguido sacarle y le había soltado por el parque, por lo que los bomberos no se vieron obligados a intervenir.