La Policía Local tramitó 3.264 denuncias por parar en doble fila, aproximadamente, nueve por día en 2021, según consta en su memoria de actividad. Desde enero y hasta mediados de mayo, los agentes y las cámaras han tramitado ya más de 2.300 denuncias, de modo que el ritmo ha aumentado a aproximadamente unas 17 por jornada.

Los datos de 2020 no sirven como referencia, ya que las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia hicieron que el tráfico, los desplazamientos y las paradas de “cinco minutitos” cayesen en picado en la ciudad. En 2019, el último ejercicio entero sin prohibiciones a la movilidad, se tramitaron 2.308 denuncias por este motivo, de las cuales, 1.706 fueron detectadas por las cámaras. Este ejercicio tampoco se puede comparar con el actual, ya que, entonces, no habían entrado en funcionamiento todavía todas las cámaras de vigilancia para multar a los vehículos que paran en doble fila. En 2021, se formularon 40.900 multas de movilidad, de las que 57% fueron por medios de captación telemática y un 43% fueron denuncias formuladas por los agentes.

Desde el inicio del año hasta mediados de mayo, la Policía Local tramitó unas 2.300 denuncias realizadas a través de cámaras por estacionar en doble fila. “Si mantenemos ese ritmo, en menos de medio año tendremos más de la mitad de las del año pasado, con lo cual, la tendencia es al alza, ya que en 2021 la media era de nueve denuncias al día y ahora es de 17”, relata el jefe de la Unidad de Tráfico, José Manuel Rico, que incide en que los criterios con los que están configuradas las cámaras de vigilancia son los mismos que en ejercicios anteriores, por lo que, si ahora denuncian más es porque hay más casos de estacionamientos indebidos. Y recuerda que las máquinas no hacen distinciones ni siquiera entre los conductores que están trabajando y los que no lo están, ni entienden de excusas.

“Es un mal que estamos intentando corregir y creo que vamos por el buen camino, aunque todos sabemos la problemática que se plantea”, comenta Rico, que destaca que es importante la colaboración de los conductores para evitar el mal aparcamiento. “A veces es un tema de necesidad y, otras, de comodidad. Hay lugares en los que los vehículos hacen una parada breve, aunque breve ya sabemos que, para unas personas son quince minutos y, para otras, dos minutos que nunca se cumplen. No es lo mismo que se haga una parada para entregar una mercancía, para recoger un paquete o para dejar o recoger a un viajero que una parada en doble fila o encima de la acera con una finalidad lúdica o de esparcimiento”, comenta Rico.

No solo las cámaras y la presencia policial funcionan como elementos disuasorios para que los conductores dejen de estacionar en doble fila, en este caso, también contribuye el cambio de orientación de las plazas de aparcamiento en superficie. Rico pone como ejemplo la calle de la Torre, ya que en el tramo entre Miguel Servet y Marconi se realizó esa reestructuración y se instalaron estaciones de bicicleta. “Al estar los estacionamientos casi en vertical, no puedes aparcar en doble fila porque obstaculizas el tráfico”, describe Rico. Este sistema se aplicó en varias calles de la ciudad para luchar contra la doble fila y también, contra los que aprovechan las esquinas de las aceras para dejar el coche.

El Concello aumentó la partida de recaudación por multas un 16%, aunque Rico asegura que esa no es la razón por la que han subido las denuncias. “Las cámaras se utilizan también como una medida disuasoria, si la gente sabe que las hay, ya sabe que, si estaciona mal, va a ser sancionado de manera automática. Perseguimos el objetivo de la eficacia, lo de la recaudación es secundario. Nuestro objetivo es no poner ninguna denuncia, pero porque la gente cumple, no porque la situación sea de anarquía absoluta”, asume Rico.