La Junta de Gobierno Local aprobará hoy una nueva ampliación de la flota de vehículos de Bicicoruña con fondos europeos. Si ya se habían financiado a través de la estrategia Eidus 342 bicicletas mecánicas y 172 eléctricas, que se están incorporando como parte de la renovación del servicio, el Concello adquirirá otros 92 vehículos eléctricos con cargo al programa Next Generation. El suministro del lote saldrá a concurso por un valor conjunto de unos 300.000 euros.
Cada una de las bicicletas, según las condiciones del contrato, debe estar “especialmente diseñada y pensada para el uso intensivo de bicicleta pública” y contará con tornillería “antivandálica y antirrobo”. También para evitar hurtos, las piezas serán “incompatibles con otras bicicletas”. El peso máximo será de 30 kilos y podrán cargar hasta 100, diez en el portaequipaje; en cuanto a la parte eléctrica, la batería deberá tener un “tiempo de recarga competitivo” y la carga mínima permitiría recorrer ocho kilómetros.
Del mantenimiento de los futuros vehículos, así como de los actuales, se encargará la empresa municipal Emvsa, que gestiona Bicicoruña pese al déficit que le genera. Pero el suministrador, que deberá asegurar la compatibilidad de los vehículos con el software de Bicicoruña, garantizará los vehículos durante 36 meses y se compromete a entregarlos en un plazo de seis.
Interrupción del servicio
La llegada de la anterior tanda de bicis se preveía para el mes de diciembre pasado, pero por problemas de suministros se retrasó hasta este mes. Ayer Bicicoruña inició un parón de doce días para renovar el sistema, incluir los nuevos vehículos y poner a punto los puntos de carga de las estaciones, que pasarán 23 a 55.
El Ayuntamiento cuenta con duplicar los usuarios de Bicicoruña con esta renovación. También señala que tras el parón aplicará nuevas tarifas, aunque no ha aclarado cuáles serán los importes.
