Hace mucho que las ciencias, las matemáticas, la física y la tecnología perdieron ese estigma que las relacionaba con deberes aburridos y comenzaron a presentarse como alternativas de entretenimiento e incluso de ocio para un público de todas las edades. Gran parte de la responsabilidad de este cambio de concepción la tienen proyectos como EnxeñoLabs, centrado en transmitir la pasión y el aprendizaje por las disciplinas STEAM (ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas) de un modo ameno y divertido. Responsables de la entidad Dismedia, promotora de la iniciativa, presentaron ayer el proyecto en su sede del número 23 de Novo Mesoiro, un lugar idóneo para ensayar formas de ocio alternativo para un público joven.

“Empezamos nuestra andadura en este barrio porque hay una demanda enorme, están empadronados más de 100 niños. Hay necesidad de dar salida a estas alternativas, en las que además de ocio, haya aprendizaje”, cuenta la directora de EnxeñoLabs, María Nimo. El proyecto se desarrollará en el barrio de lunes a viernes por la tarde, y consta de talleres, iniciativas interdisciplinares, retos, clubs específicos, actividades de crianza para padres y otros proyectos con los que los niños entre 4 y 12 años aprenderán a disfrutar de las ciencias desde una perspectiva diferente. En esta ocasión, a la rama de disciplinas técnicas se le une el arte, una destreza cada vez más vinculada a las otras en los planes de estudio. “Este tipo de proyectos consiguen que a los niños a los que les da reparo de primeras el tema científico y tecnológico, puedan aportar y participar al introducir la parte artística. Trabajaremos cada disciplina en distintos laboratorios”, cuenta Nimo.

Las actividades son diversas: la programación contempla, para este año, iniciativas como laboratorios de robótica y programación, un club de ciencias o un “tictac lab” dirigido a niños mayores de 10 años, con el objetivo de que aprendan competencias digitales reales para manejarse en internet, tales como el uso del teclado, el envío de correos electrónicos, la búsqueda de información y fuentes o la realización de presentaciones. “Hay otra sactividad, es el Xogolab y el Matelab, enfocados a los más pequeños. Están fundamentadas en el aprendizaje basado en juegos. En los centros educativos está muy en auge el trabajar las habilidades de los niños, como la competencia lingüística y matemática y las funciones ejecutivas, como la memoria y el control e impulsos, a través del juego”, refiere Nimo.

Entre los talleres propuestos, que tienen la experimentación y la creatividad como grandes bases, destacan las actividades de improvisación y teatro, orientadas a ayudar a los más pequeños a aprender a expresarse en público a través de ejercicios como la recreación de diálogos y situaciones cotidianas. Iniciativas que no entienden de edades ni tampoco de intereses “Son actividades válidas para niños con altas capacidades, para otros que tengan ciertas inquietudes con las ciencias y también como refuerzo educativo”, explica la directora del proyecto.