El proyecto de acondicionamiento de las naves de Metrosidero a partir de las necesidades detectadas en el proceso participativo realizado en 2018 incluye el objetivo —a cumplir en el largo plazo— de que la gestión colectiva y asamblearia vaya ganando terreno a la dirección liderada por la Administración local.
En el momento de la puesta en funcionamiento, la previsión es que la gestión esté en manos institucionales y que la comunidad tenga una pequeña parcela de poder de decisión. Este proceso se desarrolla en las tres naves al mismo tiempo, pero no a la misma velocidad, de modo que la Nave 4, la que está pensada para funcionar como un “espacio continuo” de uso polivalente y en el que tanto se puedan hacer espectáculos como ensayos o, simplemente, usar como una “sala de estar”, sea la que antes se desprenda de la tutela del Concello. En esta nave se desarrollarán las reglas cívicas que regirán el funcionamiento del espacio. En el estadio inicial, se redactarán estas normas y, ya en el medio plazo, entrarán en funcionamiento como elemento rector, desplazando la gestión de la Administración y sustituyéndola, ya en el horizonte del medio plazo.
La Nave 3 acogerá las instalaciones de deportes urbanos, como parkour y escalada, y tendrá también espacio para almacenaje. En un primer momento, contará con la gestión de la Administración, que ejercerá también la coordinación de las entidades usuarias del espacio. En la primera mitad de la proyección a medio plazo, la idea es que esas entidades conformen una asamblea embrionaria que se encargue de la gestión del espacio y que, más adelante, adopte las reglas cívicas que se desarrollaron ya en la Nave 4. Para que la Administración vaya cediendo espacio de gestión, hay que esperar a una segunda fase del medio plazo, que será cuando se cree el “laboratorio de gestión”, que incorporará las reglas cívicas y contará con la colaboración de la Administración,
La Nave 2, la que incluye un Punto de Información Xuvenil y el Servizo Municipal de Mocidade y un punto de trabajo abierto, será el que más tardará en adelgazar la gestión de la Administración, que seguirá presente en el largo plazo, aunque en un porcentaje mucho menor que en la puesta en funcionamiento del servicio.
En el medio plazo, tras la creación del laboratorio de gestión en la Nave 3, confluirán la Administración y también la comunidad funcional que, en el largo plazo, derivará en una gestión asamblearia.
En el proyecto, si el Concello empieza con tres puntos y medio de peso en la gestión de las naves de Metrosidero, esa proporción se va invirtiendo hasta que, en el largo plazo, queda justo al revés, con solo medio punto de protagonismo del Concello frente a los tres y medio restantes de la gestión colectiva.
Convertir las antiguas instalaciones militares de la Comandancia de Obras en un espacio para los jóvenes fue una idea desarrollada por el anterior Gobierno local, con Marea Atlántica en la Alcaldía. Entonces, el Concello desalojó lo que se había convertido en un centro social okupado, llamado A Insumisa, que tenía un modelo de funcionamiento asambleario.
A pesar de que durante el anterior mandato se realizó la rehabilitación de las instalaciones y que la inauguración de este espacio estaba pensada para este año, los plazos se han alargado en el tiempo, ya que es necesaria una obra complementaria, que incluye la adaptación del rocódromo y las pistas de skate y parkour previstas en la Nave 3 y la readaptación del espacio destinado a las artes escénicas y de otras salas, así como la puesta a punto del exterior de las naves. El Gobierno local dio el visto bueno la semana pasada a la licitación de estos trabajos por 600.000 euros.
