La Opinión de A Coruña

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Jordi Sánchez nnficha personal | Cantante de OBK, actúa este jueves en el Atlantic Pride

“La nueva generación de chavales habla de manera más abierta de su sexualidad”

“Hoy todo el mundo puede hacer música en su casa, mientras que en nuestros comienzos solo podías ir a un estudio para grabar y tener tus canciones en algún formato”

Jordi Sánchez, cantante de OBK, durante un concierto. LOC

El grupo OBK celebra sus treinta años de carrera con un concierto en los jardines de Méndez Núñez este jueves a las 23.00 horas, como parte de la programación del Atlantic Pride. Jordi Sánchez es su cantante, pionero en el pop electrónico en español. Las letras de sus canciones tuvieron muy buena acogidas por parte de los colectivos LGBT a lo largo de su trayectoria.

¿Qué le espera al público del Atlantic Pride en la celebración del trigésimo aniversario de OBK?

Estamos en la etapa de celebración de nuestros treinta años, que se dice pronto. Será un repaso a toda nuestra carrera, algunas muy populares y, otras, no tanto. En general, a todo lo que ha aportado OBK al panorama del pop electrónico en español.

¿Cómo ha evolucionado la música electrónica desde que comenzó en este género?

Han cambiado muchísimas cosas, empezando por los formatos. Nuestro primer disco salió en vinilo y casete, todavía no existía el CD. A nivel tecnológico ha cambiado todo también. Hoy todo el mundo puede hacer música en su casa, mientras que en nuestros comienzos solo podías recurrir a un estudio para grabar y tener tus canciones en algún formato para compartirlas con la gente. La esencia de la música, del arte y de la creatividad es la misma: intentar emocionar. Es ley de vida que cambien las cosas, pero no es más fácil ni difícil, sino diferente. Me quedo con la emoción como compositor. Hay canciones de hace treinta años que siguen vigentes a nivel emocional.

¿Ha cambiado también la sociedad en este tiempo?

Soy una persona escéptica con la condición humana. Si a nivel personal somos complejos, como sociedad lo somos todavía más. Es verdad que avanzamos. Por muchos problemas que nos creamos nosotros mismos, seguimos avanzando. Estamos mucho mejor que hace treinta años en cuanto a libertades sexuales. Esta nueva generación de chavales habla de manera muy abierta de su sexualidad, sus inquietudes y sus miedos. Somos una sociedad mucho más abierta que entonces.

En su discografía tienen canciones que clamaban por esa libertad. ¿Les resultó sencillo reivindicarlas?

El tema Puta realidad fue de una manera tan ingenua. No había nada premeditado, simplemente era la visión de dos adolescentes heterosexuales que se preguntaban todo. Sin pensarlo, fuimos un apoyo para esa generación de los años 90 en nuestra manera de describir nuestras emociones y nuestros miedos. Lo que intentas es canalizar esos sentimientos, aunque no te pasen a ti en primera persona. Es una forma de ayudar a mucha gente a la vez que te ayudas a ti mismo, como una especie de terapia. Fue muy bonito que el colectivo se viese identificado en muchas de nuestras letras porque no fue de una manera premeditada.

¿La música sirve como un método para transmitir esas emociones?

Esa es la función del arte, en general. Lo bonito de todo esto es que ayuda al creador a sacar de dentro sus cosas. Y luego está el público que recibe los mensajes cada día y les ayudan a llevar una vida mejor.

¿Qué significa para usted actuar este jueves en el Atlantic Pride?

Estoy encantado. Soy una persona muy agradecida con lo que me ha dado la vida. En estos treinta años siempre intento que la gente conozca a OBK, que es una faceta desconocida. Sé que este jueves, mucha gente nos va a ver por primera vez. Para mi es un reto que la gente conozca nuestras canciones, que mucha las conoce. Que vean nuestra actitud en directo es algo que nos hace estar muy vivos y tener mucha complicidad con el público. Quiero aportarles algo diferente al pop nacional. La electrónica estaba aquí mal vista y, de repente, funcionó. Queremos seguir trabajando con mucho orgullo y seguir sumando aficionados. Aunque lleve mucho tiempo sin componer, todo el mundo nos puede escuchar.

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