¿Es su primera navegación?

Estoy en el tercer año de la Escuela Naval Militar de Marín, y he tenido navegaciones de dos, tres semanas. Esta ha sido la más larga, salimos de Cádiz el 12 de febrero.

¿Cómo es navegar en un barco de vela y hacer sus tareas?

La vida a bordo es increíble, nunca pensé que iba a ser tan bonito. Navegar, cruzar el Atlántico a vela, estar afectados por vientos que unos días son de quince nudos, otros de sesenta... Cuando empeoran las cosas se pone más complicado, pero es muy enriquecedor.

¿Cómo es la formación?

Empezamos las clases a las 07.00, hasta la hora de comer, y luego de 16.00 a 18.00 horas. Aprendemos meteorología, a ver el tiempo que hará en próximos días, navegación, derecho marítimo, y una asignatura de la Universidad, pues también estudiamos Ingeniería Mecánica.

¿Cuántos de los 73 alumnos que hay en el buque son gallegos?

De Ferrol somos tres, hay uno de Vigo y dos de Marín. La mayoría de gente viene de Cádiz y Madrid.

¿Cómo ve la vida en la Armada?

Para vivir cerca de casa me viene muy bien [risas]. A medida que pasan los años vamos teniendo más prácticas y vemos lo bonito que es esto, y diferentes tipos de barco. En segundo fui a un barco anfibio, y en verano estuve en un barco escuela de 25 metros y recorrí toda la Península. Ahora este año y el que viene iremos a fragatas y patrulleros.

Van a estar en la ciudad hasta el domingo, tendrán algún permiso. ¿Cómo lo van a pasar?

Cuanto menos podamos pasar dentro del barco, mejor. Todos hemos reservado casas y hoteles para descansar un poco y desconectar.

Se les verá por la ciudad.

Se nos verá, se nos verá.

¿Alguna incidencia destacable?

En una tormenta se nos rifó una vela, es decir, se hizo un agujero en ella. Llevamos un maestro velero a bordo que consiguió hacerle un parche y coserla, no tuvimos que cambiarla. Un día tuvimos olas de cuatro metros y vientos bastante fuertes. Una persona estaba grabando en una banda y una ola la llevó hasta la otra. Cuando hay temporal ponemos un cabo alrededor de toda la cubierta. Tenemos que salir con arnés que llamamos línea de vida, y hay que estar agarrado todo el rato.