Era marzo de 2017 cuando Xulio Ferreiro, como alcalde de A Coruña, se trasladó a Shenzhen, en China, para hermanar ambas ciudades. Una alianza que hoy tiene un símbolo. En aquel viaje, Ferreiro colocó la primera piedra de una réplica de la Torre de Hércules que mide 24 metros de altura. Situada en el Parque de la Amistad Internacional del monte Yandun, el faro es ya protagonista de blogs de viajeros y se cuela en muchas de las fotos de los visitantes que acuden a este bosque.
“¿Quién hubiera pensado que hay un faro español escondido en el bosque de este pequeño parque cuesta arriba llamado Yandun Yandun Shan Guoji Youhao Park, con vistas al puerto de Yantian?”, se pregunta una viajera que comparte sus fotos y aventuras en la web trip.com.
Para encontrar la respuesta, hay que retroceder cinco años. Con el objetivo de reforzar la cooperación comercial, cultural y turística entre A Coruña y Shenzhen, el entonces alcalde viajó hasta el distrito chino de Yantián con el presidente de los empresarios, Antonio Fontenla, para conversar con miembros del Gobierno de la ciudad china y participó también en la inauguración del pabellón de España en el puerto de Yantián y la terminal de contenedores de esa dársena. Pero hubo algo más. La Torre de Hércules, símbolo de A Coruña y uno de sus monumentos emblemáticos, llamó la atención de los chinos, que no dudaron en levantar una réplica en uno de sus bosques. Es su hermana gemela en formato mini. Tiene varias puertas para acceder a su interior y unas ventanas rectangulares muy parecidas a las que luce el faro coruñés. Junto a ella, un gran panel con formas de pájaros pone el nombre de la ciudad que sirvió de inspiración: La Coruña. Sí, con la L. El portal oficial del lugar en el que se encuentra, EyeShenzhen, también incluye un apartado en el que hablar sobre la historia de esta pequeña Torre de Hércules.
El parque abrió oficialmente en 2019, cuando Xulio Ferreiro se despedía de María Pita. El monumento acredita los lazos entre ambas ciudades. Los faros comparten otra particularidad, los dos están muy cerca del mar. Desde la Torre de Hércules se ve el Atlántico. A sus pies, la rosa de los vientos. En la réplica china, las vistas son hacia el puerto, que deja una imagen muy pintoresca con enormes contenedores de colores apilados unos encima de otros junto a enormes grúas.
Los viajeros que ya han estado allí cuentan en los blogs que este es un bosque muy tranquilo, ideal para pasear y ver la puesta de sol y, además, conocer un poco más de la historia de un faro que está a más de 14.000 kilómetros.
