La Opinión de A Coruña

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Vuelta al cole en A Coruña, a las puertas de un curso normal

Colegios e institutos preparan la vuelta a las aulas, prevista para este jueves, con “mucha ilusión” por recuperar el contacto con el alumnado y dejar atrás las restricciones

Profesorado del instituto Eusebio da Guarda con la directora, Isabel Ruso (segunda por la izquierda). | // CARLOS PARDELLAS

En solo cuatro días, sonarán los timbres, volverán los recreos, se llenarán las mochilas y se retomarán amistades o se crearán nuevos lazos. La vuelta al cole está fijada para el 8 de septiembre. Muy pronto, esta vez, y con la novedad de que todos los cursos comenzarán a la vez: Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato. Los equipos directivos y los profesores han hecho los deberes. Hace ya días que trabajan dentro de los centros para la puesta a punto de los mismos, para abrir las puertas y que vuelva el ruido, las risas, las carreras por los pasillos. Todos están ilusionados, con más o menos ganas, pero con un aliciente que hace que este sea un curso diferente: se acabaron las restricciones. Colegios e institutos se despiden de la pandemia, de dos años complicados, de distancias, grupos burbujas y mascarillas. Eso ya forma parte del pasado y esperan que sea definitivo. “Tenemos muchas ganas de retomar el curso habitual. Parece que este se presenta más tranquilo que los anteriores”, opina la presidenta de la asociación de directores de institutos públicos y directora también del Eusebio da Guarda, Isabel Ruso, que reconoce que estos días “se están viendo caras nuevas, de compañeros que llegaron en los últimos años y solo los conocíamos con mascarilla”.

Por ahora, lo de cubrirse la boca se queda a un lado, en el que cajón de las cosas que uno quiere olvidar. Aunque el presidente de los directores de colegios públicos de la ciudad y director del Curros Enríquez, Antonio Leonardo Pastor, avisa que “en las salidas fuera del colegio, habrá que llevar mascarilla”. Eso no le priva de celebrar que este será un curso “de normalidad, de recuperar la conexión entre profesores y alumnos y la interacción entre grupos”. Porque eso, insiste, es clave para el desarrollo de los pequeños. “Vamos a socializar como lo hacíamos hace tres años”, apunta.

Quizá esta situación es la que marca esta nueva etapa. Vuelven las sonrisas descubiertas y también los abrazos. “Tenemos las expectativas muy altas, estamos deseando volver a tomar el contacto con el alumnado. Personalmente, tengo mucha ilusión”, se sincera Pastor.

Pero hay otros asuntos a tener en cuenta, como los nuevos contenidos y cambios fruto de la nueva legislación educativa, la Lomloe, o, para los mayores, los nuevas modalidades de Bachillerato, que son el General, Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales, Artes Plásticas, Imagen y Diseño y Música y Artes Escénicas. En la ciudad, solo los institutos Salvador de Madariaga y Menéndez Pidal impartirán el Bachillerato General, una nueva rama diseñada para atraer a alumnos que busquen una educación más generalista y flexible.

El director del Curros Enríquez, Antonio Leonardo Pastor. | // CARLOS PARDELLAS

Sin embargo, todavía hay dudas sobre esta modalidad. La estrenan los alumnos de primero de Bachillerato. “Yo siempre digo que con la pandemia hemos demostrado nuestra capacidad de adaptación, así que el profesora está ahí para dar la cara y afrontar lo que sea. Que nuestro alumnado y las familias no sufran por estos cambios”, comenta Isabel Ruso, que revela que para incorporar estas nuevas modalidades los docentes han realizado “cursos de formación” que les permiten iniciar el curso “a tope”.

Muchos de esos alumnos se encontrarán con un año complicado en el que tienen que empezar a perfilar su futuro. Pero ahí también juegan un papel importante los profesores que, en muchos casos, actúan también de asesores. “Por encima de todo está el alumnado. Por ellos hacemos lo que sea”, destaca la directora del Eusebio da Guarda.

Para Antonio Leonardo Pastor, la “implicación” por parte de familias, alumnos y profesorado es clave para avanzar. “ Para que un centro funcione y funcione bien, es necesario que todas las partes se impliquen. Que haya una conexión entre las distintas partes que están inmersas en la comunidad educativa. Una buena dirección, si no tiene el apoyo de familias o de los profesores, poco puede hacer”, analiza el director del Curros Enríquez, que asegura que el “compromiso es muy importante”. Una visión que traslada también a sus estudiantes.

Todo ello se empezará a poner en práctica este jueves. Serán dos días “tranquilos, de adaptación”, apunta Ruso, antes del fin de semana. Después, a partir del lunes, se instalará la rutina, aunque todavía quedarán unos días para que empiecen las actividades extraescolares. De todos modos, se esperan unas jornadas de mucho tráfico, lloros y risas, y reencuentros.

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