La Opinión de A Coruña

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Un punto negro de Os Castros, a cargo de la Sareb

El juzgado sacó a subasta la parcela el año pasado por casi 800.000 euros, pero la puja más alta recibida no llegó al medio millón

Inmuebles abandonados en la parcela de Buenavista, 29. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

El edificio abandonado del número 29 de la calle Buenavista, uno de los principales puntos negros del urbanismo de Os Castros, forma parte de los activos de la Sareb, el llamado banco malo, desde el mes de abril de este año. El Portal de Subastas del Boletín Oficial del Estado anunció en junio de 2021 que el inmueble y el solar salían a puja pública para intentar recuperar los 740.161,80 euros que adeudaba la propiedad.

El proceso se abrió y finalizó con pujas, la más alta, de casi medio millón de euros, aunque no tenía cantidad mínima establecida. La parcela lleva acumulando quejas de los vecinos durante décadas. En 1997, los vecinos de esta y otra parcela en ruinas (el número 27), cuyas construcciones se han ido desmoronando con el paso del tiempo ya se quejaban de las primeras humedades. Les decían que, si tenían humedad en las casas, era porque los radiadores estaban al lado de la ventana. No era la razón, según contaba uno de los propietarios a este diario, que convive con el solar en estado de abandono, sino por las malas condiciones en las que se encontraba el edificio colindante.

Los daños que sufrían los vecinos de los números 31 y 33 en sus viviendas les llevaron a investigar qué podían hacer para que los inmuebles fuesen derribados y para que su patio trasero no siguiese siendo una selva en la que conviven gatos, ratones y en la que prolifera la basura. Ya en 2010, los propietarios de los inmuebles colindantes supieron que los dos edificios habían sido declarados en ruinas en 2001. Para entonces, el Ayuntamiento le pidió a la empresa propietarias, Marigle Promociones, que derribase los dos inmuebles, pero la firma recurrió esta decisión hasta que en marzo de 2015, recibió una multa de solo 300 euros, por parte del Concello, por incumplimiento de la orden de derribo. La notificación se dilató en el tiempo, ya que fue necesario que se introdujese en el Boletín Oficial de la Provincia, ya que nadie en la empresa recogía ya las comunicaciones.

A pesar de que en marzo de 2016, con Marea Atlántica en la Alcaldía, se dieron pasos para que los seis años de trámites culminasen en el derribo de los dos inmuebles, esto no fue finalmente así. Y es que, a pesar de todos los intentos por tirar abajo estas fachadas y sanear las parcelas, ninguno de ellos fructificó, toda vez que siguen en pie actualmente y generando los mismos problemas de suciedad en el entorno.

En marzo de 2016 incluso se llegaron a hacer trabajos previos para la retirada de escombros, pero se quedaron en eso. Para entonces, en uno de ellos vivían todavía vecinos, que abandonaron la vivienda unos días antes de la programada demolición. En el número 29, ya se había destruido el interior para evitar que alguien se instalase en el edificio a pesar de su mal estado.

La Sareb es ahora la dueña del inmueble del número 29 y, tal y como ha hecho en otras de sus propiedades, podría realizar una inversión para adecentarla. Es una casa con planta baja y dos alturas con patios descubiertos unidos, un pasadizo cubierto y un porción de terreno dedicado a huerta. Cuenta con 423 metros cuadrados de los cuales, 254 corresponden a la parte cubierta, según consta en el Registro de la Propiedad.

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