La Opinión de A Coruña

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Lucía Carballeira nnficha personal | Investigadora de la educación sexual entre los adolescentes gallegos

“Hay quien acude a la pornografía como si fuese una herramienta pedagógica, y no lo es”

“Lo ideal sería abordar la educación afectiva y sexual desde edades tempranas”

Lucía Carballeira. LA OPINIÓN

Lucía Carballeira es antropóloga social y cultural, además de sexóloga. Acaba de doctorarse en Ciencias de la Educación por la Universidade da Coruña (UDC) con una tesis sobre la educación afectivo-sexual de los alumnos de instituto en la que participaron más de un centenar de centros gallegos y miles de jóvenes.

¿Cuál ha sido la metodología?

Mi tutora, Ana Sánchez Bello, y yo hemos hecho un estudio de caso, centrándonos en las demandas del alumnado en los centros de enseñanza secundaria de Galicia. Fuimos a las sesiones formativas sobre sexualidad y recogimos las consultas que se planteaban en público. Las privadas no las hemos registrado.

¿Cuántos alumnos participaron?

La investigación duró seis años. Acudimos a unos 120 centros, en cada uno a tres clases, A, B, y C, cada uno con unos 30 alumnos. Son institutos de toda Galicia, aunque hay una concentración mayor de centros de la provincia de A Coruña y del norte de la de Pontevedra.

¿Qué edades tenían los chicos?

Nosotros lo hacíamos en segundo y tercero de la ESO [trece o catorce años]. Siempre hay algún repetidor de quince o dieciséis...

¿Y qué preguntaban?

Lo más relevante que hemos descubierto es que las preguntas se repiten año tras año, y son prácticamente siempre las mismas... Bueno, no lo hemos descubierto, ya que la investigación la hicimos para confirmar creencias que ya teníamos.

¿Cuáles son las más frecuentes?

Hay preguntas sobre el inicio de las relaciones sexuales, sobre enfermedades, sobre miedos y sobre mitos, falsas creencias. Alguna queda.

¿Cuáles son estos miedos?

Hay miedo a los embarazos, a contraer alguna enfermedad o a si ya la han contraído. También poder establecer si se encuentran en la franja de edad en la que se supone que se empiezan a mantener relaciones sexuales.

¿Preguntan si son demasiado jóvenes para tener relaciones?

Si son demasiado jóvenes o si ya no son tan jóvenes. ¿Cuál es la edad? Esa es la duda recurrente.

¿Hay alguna diferencia con respeto a estudios previos? ¿Han cambiado estas dudas con respecto a las de generaciones anteriores?

No contamos con datos de estudio previos, así que no podemos realizar una comparativa. De hecho, este es un estudio bastante novedoso.

¿Hay diferencias entre las dudas de chicos o chicas?

No, las consultas son generales.

¿Los chicos a los que han llegado tienen un conocimiento suficiente con respecto al sexo?

Nosotras estamos totalmente a favor de la juventud. La juventud está muy preparada hoy en día, no solo en el aspecto afectivo-sexual sino en general. Están muy concienciadas y muy concienciados. La experiencia de contacto con ellos día a día es muy positiva: tiene inquietudes, tienen dudas y buscan cómo solucionarlas. La juventud gallega se forma, estudia, está preparada. A nivel afectivo-sexual lo que llama la atención es que aunque efectivamente tienen a su alcance muchísima información, y ya si nos metemos en redes sociales tienen de todo al alcance de su mano, hay una infoxicación.

¿A qué se refiere?

Hay un exceso de información, y muchas veces eso no significa que vayas a tener una información científica, veraz y real. Tanto la juventud como la población en general tenemos al alcance de un clic cualquier artículo o blog. Y eso genera en ocasiones que no sepamos discernir lo que es científico y lo que no. De ahí que tanto adultos como adolescentes tengamos dudas y necesitemos una fuente fiable para aclararlas.

¿Y qué fuentes poco fiables tienen los adolescentes? Se ha criticado que parte de su educación sexual provenga de la pornografía y que esta pueda crear falsas expectativas.

La juventud emplea todos los recursos a su alcance: es una generación ha nacido con las tecnologías ya desarrolladas y con redes sociales. El porno no es una herramienta pedagógica, ni mucho menos, pero hay personas, ya sean jóvenes o adultas, que acuden como si lo fuese. Esto genera falsas expectativas. Tampoco hay que demonizarlo. Está ahí, y se puede emplear como herramienta de ocio, no educativa. Hay muchos tipos de porno, porno hecho por mujeres, el eminentemente heterosexual... Y en muchas ocasiones los modelos de relaciones que nos muestran son tóxicos. No se debe tomar en absoluto como modelo ni manual. ¿Alternativa al ocio? Si se quiere, sabiendo que se está viendo una ficción filtrada por su director.

¿Cuáles son las principales conclusiones de la investigación?

Recalcamos muchísimo que, a pesar de que los años pasen y la cultura avance, la juventud continúa manifestando carencias en la educación afectivo-sexual. Pero no solo la juventud, también se da en personas adultas en sus treinta, que tienen sus dudas. Pensar que es exclusivamente la juventud la que necesita informarse es un error. Todas las personas, a lo largo de nuestra vida, vamos a necesitar asesoramiento, educación, dependiendo del momento evolutivo en el que nos encontremos.

¿Cómo se deberían suplir estas dudas entre los jóvenes?

Creemos en una educación afectivo-sexual que tenga en cuenta a la persona de modo holístico. Lo ideal sería abordar la educación afectivo-sexual desde edades tempranas, acompañar al profesorado de Secundaria,. Seguir construyendo y educar en positivo.

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