La Opinión de A Coruña

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¿En qué consiste el escudo antimisiles europeo?

La situación en Ucrania reaviva el temor a una escalada nuclear y Alemania aboga por la creación de un sistema europeo de defensa aérea independiente

La posibilidad de una guerra nuclear entre Rusia y Occidente sigue lejana, pero las amenazas de Vladímir Putin de esta semana acercan un horizonte tan dramático como temido. En este contexto, Alemania ha comenzado a impulsar el desarrollo de un sistema de defensa aérea europeo, mientras que el escudo antimisiles de la OTAN se presenta como la única alternativa de defensa por el momento. Se trata de un sistema militar de defensa creado para interceptar misiles balísticos lanzados contra el territorio aliado. La medida fue auspiciada por EEUU en el contexto de la Alianza Atlántica e implementado en Europa en 2010. Por aquel entonces, la gran amenaza de la que este escudo debía proteger era Corea del Norte, un estado dictatorial con armamento nuclear y profundamente hostil a Occidente.

Sin embargo, la situación geopolítica internacional ha cambiado drásticamente en el último año. Si bien el peligro norcoreano sigue latente, la amenaza de una guerra nuclear a gran escala entre Rusia y la OTAN se ha convertido en un problema mucho más próximo y real. “Ante una amenaza a la integridad territorial de nuestro país, utilizaremos todos los medios a nuestro alcance [incluidos los nucleares] para proteger a Rusia y a nuestro pueblo. No es un farol”, aseguraba el presidente ruso la semana pasada.

El escudo antimisiles es un sistema de defensa dotado de una serie de radares y buques destructores con la misión de identificar misiles enemigos y destruirlos con cohetes interceptores. Todo este proceso se supervisa desde un centro de control ubicado en la base aérea de Ramstein (Alemania). El radar principal se encuentra en Turquía, mientras que los cohetes interceptores se distribuyen entre las bases de Deveselu (Rumanía), Rezikowo (Polonia) y Rota (España). El municipio gaditano acoge los cuatro destructores estadounidenses desplegados en Europa para garantizar el funcionamiento del sistema.

Si bien el escudo antimisiles representa un sistema de defensa formidable, no es infalible. Desde su activación, Rusia ha volcado sus esfuerzos en el desarrollo de misiles hipersónicos. Se trata de armas que se desplazan con una velocidad y trayectoria que resulta indetectable para el escudo. Una estrategia similar a la que ha seguido China, aumentando las tensiones globales y la escalada armamentística.

Ganar en “seguridad”

El canciller alemán, Olaf Scholz, puso el pasado mes de agosto sobre la mesa la idea de crear un sistema de defensa aérea conjunto a nivel europeo con el objetivo de ganar “en seguridad” en el continente. Tomando el liderazgo para impulsar esta iniciativa a nivel comunitario, el Gobierno ha comenzado a sondear a diferentes países para que formen parte del mismo, España incluido.

El canciller alemán ha apostado en alguna ocasión en público por “un sistema de defensa aérea desarrollado conjuntamente en Europa” que, a su juicio, “sería más eficaz y rentable que si cada uno de nosotros construyera sus propios sistemas”. “Alemania diseñará, desde el principio, esa futura defensa aérea de manera que nuestros vecinos europeos puedan participar si así lo desean”, dijo.

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