La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade tramita la aprobación de la revisión del plan de acción contra la contaminación acústica en la red autonómica de carreteras, una actuación que la legislación fija que se debe realizar cada cinco años. La documentación que está expuesta al público desde la pasada semana revela que en el área metropolitana de A Coruña existen once tramos donde es “prioritario actuar para reducir” el ruido que soportan los vecinos que viven en las proximidades. Las medidas propuestas, entre otras, son la reducción del límite de velocidad, el estrechamiento de carriles, la renovación del pavimento y remodelación de aparcamientos.
Los puntos a los que la Xunta da prioridad para actuar se sitúan en los municipios de Cambre, Arteixo, A Laracha y Oleiros, en los que estima realizar una inversión que ronda los 1,6 millones de euros. Para establecer los lugares más afectados por la contaminación acústica, el Gobierno gallego elaboró los mapas estratégicos de ruido, aprobados en septiembre de 2021, en los que se identifican 734 zonas de actuación en las que se detectaron edificios sensibles (residenciales, educativos y hospitales) que incumplen los objetivos de calidad acústica. De estos puntos se seleccionaron 45 en toda Galicia, de los cuales 11 se ubican en el área coruñesa.
Arteixo es el municipio que presenta más tramos en los que el Ejecutivo autonómico considera que sufren un exceso de ruido, según recoge el plan. En concreto, cuenta con seis. Esto se debe a que el principal vial de titularidad autonómica de la comarca, la AC-552, discurre por esta zona, en la que existen diversos núcleos urbanos.
El proyecto más destacado que figura en el pan es la remodelación de la avenida Manuel Platas Varela, el vial principal de Vilarrodís, en la carretera AC-552, que cuenta con un presupuesto de cerca de 800.000 euros. Las medidas propuestas son la creación de una mediana, estrechamiento de carriles, remodelación de glorietas y aparcamiento y creación de vías de servicio. Además, se prevé la renovación del pavimento y la reducción del límite de velocidad de 50 a 30 kilómetros por hora. Otro punto en el que la Xunta prevé actuar es la avenida de Fisterra de Arteixo, donde propone las mismas medidas que Vilarrodís, excepto el cambio del firme. El gasto estimado es de 62.000 euros.
Otro enclave incluido en los once tramos se sitúa en la AC-552 a la salida de A Maceira en dirección a Arteixo, donde se prevé una inversión de 9.000 euros para disminuir la velocidad a 30 kilómetros por hora y el pintado de un cebreado central. También en el mismo vial se incluye la sustitución del pavimento por otro que mitigue más el ruido del tráfico en O Quinto Pino. El coste es de 80.000 euros. En la misma carretera, pero en el tramo entre la rotonda de Sabón y Pescanova se pretende habilitar un cebreado central y rebajar la velocidad a 30 kilómetros por hora. El presupuesto es de 29.000 euros.
En la AC-552 en la zona de A Báscula, la Xunta propone instalar una pantalla acústica para proteger unas viviendas existentes. Su coste ascendería a casi 100.000 euros.
En Costa da Tapia, en Cambre (AC-211), el plan establece la reducción de la velocidad a 30 kilómetros por hora y la renovación del firme, lo que supondría un gasto de 130.000 euros.
Otra actuación prevista se acometería en la avenida de Rosalía de Castro, en Oleiros, donde la Xunta pretende reducir la velocidad a 30 kilómetros por hora, la renovación del pavimento y el pintado de un cebreado central, con un coste estimado de más de 100.000 euros.
Los otros tres tramos se sitúan en A Laracha, en la carretera AC-552. Uno se corresponde con el núcleo urbano de Paiosaco, donde propone la bajada del límite de velocidad de 50 a 30 kilómetros por hora, la creación de una mediana, el estrechamiento de carriles, creación de glorietas y la remodelación de aparcamientos. La inversión es de 115.000 euros. Otro punto está ubicado en la capital municipal larachesa, donde Infraestruturas prevé limitar la velocidad a 30 kilómetros por hora, hacer los carriles más pequeños y la creación de un cebreado. El coste es de 23.000 euros. El otro tramo larachés en el que la Xunta considera que debe actuar está en O Cancelo, en donde se pretende eliminar una zona de adelantamiento y el cambio del pavimento por otro que mitigue el ruido del tráfico. Su coste ronda los 100.000 euros.
Del total de 45 zonas de actuación prioritaria correspondientes a 20 carreteras autonómicas, 17 se encuentran en la provincia de A Coruña, con una longitud total de 16,03 kilómetros; 4 se encuentran en la provincia de Lugo, con 3,93 kilómetros; tres en Ourense, con 1,05; y 21 en la provincia de Pontevedra, con una longitud total de 24,84 kilómetros.
