Brejes, como algunos aún decimos en el peculiar idioma de mi barrio, Monte Alto, cuando nos referimos a años. Concierto del Grupo Instrumental Siglo XX, fundado por el violinista albanés de la Sinfónica de Galicia Florian Vlashi, con motivo de sus 25 brejes. Y antes de comentar lo sucedido la noche del 19 es necesario poner en valor a esta agrupación que en un cuarto de siglo ha sabido encontrar un nicho de mercado musical, como es la música contemporánea, e ilustrar, enseñar y fomentar en gran medida el trabajo de compositores de hoy, y una especial difusión de los gallegos.

Para esa particular celebración, la música elegida presentó un menú difícil de olvidar, un bocadillo que abría con Falla y cerraba con una première en Galicia de Boulez, obrón dificilísimo para intérpretes y el propio Vlashi a la dirección, en 40 minutos de trabajos y experimentación sonora en el que la base rítmica de la percusión que ocupaba casi la mitad de los intérpretes, tendría un papel fundamental y destacado junto a la voz de Nuria Lorenzo. En el medio de ese bocadillo la obra que servía como celebración a esta efeméride, y que más sentido da a que esta agrupación se perpetúe y consolide como enseña de nuestra ciudad, era la composición encargada a 25 compositores gallegos en el que el único requisito era que estuvieran escritos para un único instrumento y que su duración no superase el minuto.

¡Qué maravilla!... Contemplar como los Pereiro, Vila, Berná, F. Mosquera, De Paz, Soutullo, M. Mosquera, Bivenís, Vara, Otero, Palma, Vázquez, Mendoza, Brotóns, Vázquez Casas, Alejandre, Viso Soto, Montero, Buide, Gaspar, Rosinskij, C. Rodríguez, González, J. Rodríguez y Durán utilizan recursos musicales tan dispares para expresarse y crear de manera tan diferente en un contexto acotado de la misma forma para todos, utilizando desde elementos propios de nuestro cancionero y cultura gallega, pasando por estéticas más propias, o en algún caso retroalimentándose del espíritu de Bach. Magnífica composición, acertada distribución de sus números, con mucho recorrido por su didáctica sobre las sonoridades instrumentales en las programaciones de temporada de cualquier orquesta, y en la que los músicos de nuestra Sinfónica de Galicia dejaron patente un dominio y musicalidad de alto standing.

La música, de cualquier tipo, son sensaciones y reflexión, y así nos quedamos con el texto de la propia María Mendoza que acompañaba a su composición e interpretado y recitado por la arpista Landelle: “¿Como sería o mundo sen posibilidade de rectificar?”. Pues eso, 25 brejes y a seguir.