Pocas veces los salones de plenos son escenario de propuestas tan razonables como las que se escuchan cuando acogen, en sus butacas, al alumnado de los centros coruñeses. El Pleno Infantil celebrado ayer en el Salón Real del palacio municipal de María Pita, fue ejemplo de ello. Los niños y niñas de los colegios Salgado Torres, Eusebio da Guarda, Karbo, Cidade Vella, Esclavas, Franciscanas, Calasanz y Salesianos tomaron ayer sus escaños para trasladar a la alcaldesa, Inés Rey, sus demandas en materia de derechos de la infancia.
Con atención escuchó y tomó nota la regidora, acompañada en la mesa por el concejal de Educación, Chero Celemín, y Julio Fernandez Álvarez, en representación de Unicef. Tras darles la bienvenida a “la casa de todos los coruñeses”, y por ende, también la suya, Rey declaró que escuchar sus voces es fundamental, pues los niños no son el futuro, “son el presente”. Los escolares fueron interviniendo, por turnos, para exponer uno de los puntos recogidos en la Declaración de Derechos del niño. Comenzaron los alumnos del centro Esclavas, que, apelando al derecho de Identidad, alertaron de la cantidad de niños y niñas que permanecen sin registrar al encontrarse en riesgo de exclusión, con las consiguientes condicionamientos al resto de sus derechos fundamentales, como la educación o la salud.
Los escolares del Salgado Torres tomaron el relevo y, con unas elaboradas pancartas, pidieron la creación de un Concello de niños y niñas que se reúna periódicamente para hacer sus propuestas, algo que, adelantó la regidora, “será una realidad a partir de marzo”, con la creación de un Consello Local de la Infancia. El colegio Plurilingüe Karbo, por su parte, y en representación del derecho a la Educación, pidió más protocolos y campañas para detectar y combatir el bullying, mientras que sus compañeros del Cidade Vella, apelando a la Salud, demandaron más baños públicos en la ciudad y una mayor oferta de ocio “alternativo a los videojuegos y pantallas”, además de la ampliación del horario de pabellones e instalaciones deportivas municipales. Los alumnos de Franciscanas reivindicaron su derecho al Juego con la petición de más zonas para practicar el parkour, más variedad en las bibliotecas y una mejor distribución en barrios de los parques infantiles.
El colegio Calasanz puso la nota de originalidad elevando sus peticiones en materia de Protección con un rap, al que se unió la alcaldesa y con el que aseveraban que “no es el dinero lo primero, es la infancia y sus derechos”. Los escolares del Eusebio da Guarda, por su parte, reclamaron un Observatorio infantil de la Igualdad que atendiese las recomendaciones de los niños en esta materia, y los alumnos del Salesianos cerraron la ronda de propuestas apelando al derecho a la Familia, pidiendo más flexibilidad para la adopción y reivindicando “todos los tipos de familias”.
