Adiós definitivo al esqueleto de As Xubias

El esqueleto de As Xubias es ya historia desde este lunes a primera hora de la tarde, cuando se fue la máquina de Demoliciones Coruña encargada de echar abajo esta estructura de hormigón. Fuentes municipales indicaron que, tras este proceso de eliminación del esqueleto, se habilitará este espacio como zona verde.

La nueva zona verde se convertirá en una prolongación del merendero que se encuentra en las inmediaciones de la carretera que va a As Xubias de Abaixo. La estructura de hormigón estaba situada cerca del centro Santiago Apóstol. Las vistas de la zona se han modificado después de décadas con el esqueleto en pie.

DARÁ PASO A UNA ZONA VERDE

La estructura de hormigón situada entre el centro Santiago Apóstol y el acceso al núcleo de As Xubias de Abaixo será sustituido por una zona verde tras su demolición. Aunque la modificación del plan general entre la playa de Oza y el puente de A Pasaxe que se está tramitando prevé que en este lugar se construyan dos edificios que sumen 21 viviendas, fuentes municipales informaron que los terrenos se convertirán en espacio natural por el que discurrirá un nuevo vial.

El esqueleto de As Xubias dará paso a una zona verde tras su demolición

El terreno que separa a la estructura de la carretera que se dirige a As Xubias de Abaixo está ocupado por un merendero público, por lo que la nueva zona verde se convertirá en una prolongación del mismo. El conocido como esqueleto de As Xubias permanece en ese punto del litoral desde hace décadas y supone un peligro debido a que durante este tiempo no ha sido objeto de mantenimiento.

La asociación de vecinos de A Gaiteira-Os Castros reclamaba su eliminación porque en ocasiones es aprovechado por jóvenes para realizar botellones y que el terreno donde se halla la estructura, al igual que los del entorno, se dedicasen a espacios públicos que puedan ser usados por la ciudadanía, lo que finalmente se llevará a cabo.

El acceso a la finca en la que se encuentra el esqueleto ya está vallado por la empresa que acometerá el derribo, que tiene dos meses de plazo para realizarlo, aunque la previsión es que lo concluya en tan solo uno, incluida la explanación del terreno.

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