Vuelta al cole en A Coruña: ¿en qué compras se nota más la inflación?

A punto de comenzar septiembre, muchas familias ya están pensando en la vuelta al cole y organizando todo lo necesario para el gran día. Libros, libretas, bolígrafos, mochilas o uniformes. Es el momento de renovar y comprar, pero este año el bolsillo lo va a notar incluso más que el año pasado. Los precios de los libros de texto y de los uniformes, sobre todo, han subido con respecto al curso pasado. “El mayor gasto escolar es en libros y es inevitable. El coste del papel ha subido y a las familias no le queda más remedio que asumirlo”, analiza el responsable de la librería Azeta, Suso Cambón.

Desde Ofidar, tienda de material escolar y oficina, Ana Rey señala que los efectos de la inflación se notan porque “antes la gente compraba libros sin fijarse en el precio y ahora miran y comparan”. Asegura que una familia puede llegar hasta 400 o 500 euros en libros para un solo niño.

A eso hay que sumar el material escolar, cuyos precios, parece, se han contenido un poco. “No ha subido tanto como esperábamos. Se nota un poco en papel y libretas, pero en lo demás no. El bolígrafo BIC, por ejemplo, sigue valiendo lo mismo que el año pasado”, comentan desde Ofidar.

Cambón explica que en papelería “hay algún producto con el precio más alto” pero, en general, se mantiene. “Yo siempre asesoro al cliente y recomiendo marcas blancas con las que trabajamos y que responden perfectamente en cuanto a calidad-precio. Ahí hay una diferencia importante de dinero”, declara, y reconoce que “de nada sirve ahorrar cinco o seis euros en libretas si luego se compra una mochila de 60, habiendo por 30 o 40 euros”. “Hay que buscar un equilibrio”, sentencia. De todos modos, avisa que “de momento no se está comprando mucho”.

Desde la Federación Provincial de Ampas de Centros Públicos, su presidenta, María José Ferreño, señala, además, que “este año coincide con el cambio de libros y las asociaciones de madres y padres no disponen de libros para donar”. Explica, además, que algún colegio “decidió, desde la pandemia, no usar libro en Música, Valores y Religión” para abaratar costes.

En Dolco Uniformes esperan que el trabajo se acumule “en la próxima semana” y la siguiente ya será de “caos” con los encargos de última hora. Iria Couto asegura que también en este sector los precios han subido. “Nosotros hemos asumido parte para no subir los precios tan de golpe. Hay que intentar remar entre todos”, cuenta. Couto revela que lo que ha cambiado este año es que “hay menos encargos y la gente se lleva ya sus compras para casa” cuando van a la tienda. “Ahora tenemos un local más grande y tenemos más stock”, explica, y avanza que en próximos días “llegarán los cambios de talla y las peticiones de última hora”.

Entiende que, aunque hayan subido los precios, este “es un gasto que hay que hacer sí o sí” en los centros en los que el uniforme es obligatorio. En los que es optativo, “muchas familias prefieren comprarlo para no complicarse en el día a día”.

La también directora del Eusebio da Guarda explica que “los institutos también sufren” por la inflación, pero que, por ahora, “no hay problemas”.

La inflación también llega a los centros educativos

La subida de precios también se ha notado en colegios e institutos, donde las facturas de luz, agua y pequeños arreglos han aumentado. Sin embargo, la Xunta también ha incrementado su aportación a estos centros educativos, por lo que afrontan el nuevo curso “con tranquilidad”, como explica la presidenta de la Asociación de Directores de Institutos de Galicia, Isabel Ruso.

El presidente de los directores de centros públicos de la ciudad, Antonio Leonardo Pastor, celebra que el Gobierno autonómico también haya aumentado “la ayuda de los bonos para que las familias compren material escolar” y así lo noten menos en el bolsillo. Estas ayudas, para familias con menos renta, han pasado de 50 a 75 euros por hijo. También hay subvenciones de entre 160 y 270 euros para la compra de libros de texto.

Como esta es una situación que afecta a muchas familias, hay asociaciones que tratan de poner su granito de arena para que la vuelta el cole sea más dura. Como en Cáritas, que en junio inició una campaña de recogida de material escolar que beneficiará a 600 niños. Bajo el lema “Todos iguales para volver a estudiar”, Cáritas está recibiendo donaciones de pinturas, ceras, rotuladores, plastilina, lápices, libretas pequeñas de doble pauta y pegamentos para ayudar a las familias que más lo necesiten. En la campaña del año pasado participaron 13 entidades y se repartieron 631 lotes.

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