Juan Carlos Galindo nnficha personal | Escritor y periodista, presenta su novela ‘Hontoria’

“Como vivimos en un mundo tan rápido, se nos olvidan muy pronto los sucesos”

Juan Carlos Galindo.   | // VÍCTOR ECHAVE

Juan Carlos Galindo. | // VÍCTOR ECHAVE / Ana Carro

El periodista Juan Carlos Galindo presentó ayer en la Fundación Luís Seoane, dentro del ciclo Somos o que lemos, su libro Hontoria.

Con un blog de novela negra desde 2010, su primer libro no podía ser de otro género.

Inevitablemente. Yo creo que hay que escribir de lo que uno conoce y aquí yo lo tenía clarísimo. Tenía que ser un periodista, tenía que ser novela negra y tenía que ser en Segovia, que es la ciudad en la que nací.

¿Cómo nació esa pasión por la novela negra?

Desde muy pequeño soy muy lector. La lectura de género me vino después. Distintos cruces de autores que pasaron por mi vida me hicieron enfocarme más hacia ese género. Empecé leyendo un poco de todo, pero en un momento dado se cruzaron en mi vida, primero, James Ellroy y, después, John Connolly. Ellroy por la fuerza de su apuesta literaria y por la muestra esa de la parte más sucia del sueño americano. Y Connolly por esa capacidad que tiene para crear el personaje de Charlie Parker que engancha tanto. Ellos hicieron que me escorase hacia ese lado cuando todavía estaba estudiando Periodismo en la universidad. Eso me fue orientando poco a poco hacia la novena negra. Y ya cuando entré en El País lo convertí en mi especialización máxima.

Y ahora cuenta con su novela de este género. ¿Cómo la ha creado?

Pues ha sido un proceso largo y extraño porque tardé bastante en convencerme de que podría escribirlo. Y una vez que ya, más o menos, entré por el carril de la literatura, con esta idea de hacer algo de un crimen sin resolver en primera persona, en Segovia y con un periodista, lo que yo ya conocía de la novela negra me condicionó. No tenía intención de inventar nada porque eso sería muy ingenuo, está todo inventadísimo en la literatura, pero lo que sí quería era no caer en ciertas repeticiones del género, en cosas que a lo mejor como lector no me gustaban tanto.

¿La escribió pensando en usted mismo como lector principal?

Sí, exacto. Qué caminos quería transitar como lector y cuáles no.

El protagonista, Jean Ezequiel, es un periodista que narra la historia en primera persona y, además, en Segovia. ¿Qué tiene de usted?

Pues tiene más de lo que yo pensaba. Yo ponía cosas mías, unas muy superficiales, tipo la forma de vestir, y otras más profundas, como cierto compromiso con una forma de ver la vida a través del periodismo, pero luego había otras que despistaban bastante, cosas que hace el personaje que yo no haría nunca o cosas que el personaje no sabe hacer. No conduce y no cocina, cosas que yo sí que hago. Creí que con eso iba a distraer al personal, pero gente que me conoce que lo ha leído ha visto cosas mías en el personaje que yo puse de manera inconsciente.

¿Por qué eligió Segovia?

Quería que fuera Segovia pero no porque la conozca mejor que Madrid, donde he vivido más tiempo, pero nací allí y me marcó mucho la vida. Tenía interés en poner el foco en sitios pequeños. Las relaciones en los sitios pequeños no son ni mejores ni peores, pero sí son más intensas. Allí todo mundo se conoce, todo mundo habla de todo el mundo, y eso me interesaba mucho a la hora de ver no tanto el crimen como el reflejo de la sociedad de ese crimen. Para facilitar eso lo metí en un pueblo que está al lado de Segovia, que se ha convertido en un barrio de la ciudad, pero sigue funcionando como un pueblo. Me interesaba mucho situar el crimen en ese microcosmos.

Parece que le interesa más lo que pasa alrededor del suceso que el crimen en sí.

Sí. Me interesa mucho más. De hecho, yo no soy un lector de páginas de sucesos. A mí lo que me interesa es el suceso como hecho social: cómo afecta a la comunidad, cómo afecta a una familia, cómo a veces esa familia de una u otra manera está implicada, cómo se establecen las relaciones sociales en un entorno marcado por un crimen...

Con la cantidad de historias de este tipo que nos llegan diariamente, ¿se está perdiendo esa empatía?

A veces sí. Y, después, lo que ocurre es que, como vivimos en un mundo

tan rápido, se nos olvidan muy pronto los sucesos y los principales afectados de eso son las víctimas

y sus familias.

Pasa mucho con crímenes sin resolver y con personas desaparecidas. Lo que quiero con este crimen de esta familia de Hontoria es que no se olvide, que la sociedad no oculte

esa parte oscura

para vender una imagen de sitio estable y tranquilo

y se olvide de la justicia, o de la reparación, al menos, para la víctima.

¿Por qué nos atraen tanto este tipo de historias?Como decía David Peace, los crímenes de nuestro tiempo definen nuestras sociedades. En España, por ejemplo, vivimos en una sociedad bastante pacífica comparada con el resto del mundo, pero el crimen está más próximo

de lo que creemos y nos muestra un lado distinto de nosotros mismos y de la sociedad en la que

vivimos que nunca está tan alejado como creemos. Eso es una especie de

imán hacia hacia el mundo del crimen.