SI NO LO LEO NO LO CREO

Alberto Varo, deportividad y valores en Riazor

Antón Peruleiro

La rivalidad bien entendida es un ingrediente que no puede faltar en el ámbito futbolístico. El domingo en Riazor se vivió una de esas situaciones que dibuja una sonrisa en la cara de cualquiera que las presencia. El Deportivo salió victorioso de su choque contra el líder de la tabla, el Nástic de Tarragona. Fueron tres puntos, los primeros como locales, que la afición ansiaba como agua de mayo, y que celebró con creces. Un compromiso que suscitó la admiración del portero del Nástic, Alberto Varo, que al término del encuentro se volvió hacia la grada de animación y dedicó un aplauso y un gesto de quitarse el sombrero a los sufridos hinchas de Marathon Inferior, fieles a su equipo en horas bajas.