El callejero de A Coruña: Alfonso VII, rectificar es de sabios

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Calle Alfonso VII de A Coruña

Calle Alfonso VII de A Coruña

RAC

Quién sabe las gracias que habrá dado el rey castellano Alfonso VI al humilde empleado de A Coruña al que se le encomendó la confección de la placa de la calle Alfonso VII, ya que al omitir el último número romano premió a un monarca que no merecía tal reconocimiento en el nomenclátor. Durante muchos años, la calle que discurre entre Médico Durán e Inés de Castro recibió una denominación que no le correspondía a causa de un simple lapsus.

Lo grave no fue el error cometido por el operario, sino la incompresible tardanza del Consistorio en deshacer la confusión. Hoy en día Alfonso VII ya ha visto reparada la afrenta que se hizo a su memoria y disfruta del recuerdo público con una empinada calle situada en el barrio de Santa Lucía. El monarca que fuera apodado El Emperador fue hijo de doña Urraca y Raimundo de Borgoña. Durante su niñez fue criado en Galicia por el conde de Traba, quien dirigió a los partidarios del joven Alfonso frente a las pretensiones al trono de su madre, que se dirimieron en una cruenta guerra civil. La larga estancia del futuro rey en tierras gallegas le infundió un profundo fervor por el país, que se plasmó en sus composiciones poéticas, expresadas en lengua galaica.

Pero poco tiene que ver la calle que le dedicó A Coruña a Alfonso VII con la lírica trovadoresca, ya que se trata de una vía poco atractiva en su aspecto urbanístico. En ella escasean los establecimientos comerciales y, por contra, abundan los bajos dedicados a almacenes o garajes. En cuanto a los edificios de la calle, guardan uniformidad con los construidos en esta zona del Ensanche coruñés durante la posguerra, con una bella factura, pero afeados por el tono grisáceo de sus fachadas.