La coruñesa tras la plata en Eurovisión

Verónica Ferreiro, la ‘coach’ vocal que preparó a la concursante infantil de España, es asesora en ‘La Voz Kids’, ha trabajado con Bisbal, Melendi o Rozalén y es autora de tres discos

Verónica Ferreiro con Sandra Valero, en Niza

Verónica Ferreiro con Sandra Valero, en Niza

Técnica vocal, interpretación, conexión con el cuerpo y la respiración y enfocarse en el camino y no en el resultado. Esas fueron las claves de la preparación de la representante española en Eurovisión Junior, Sandra Valero, en su camino a Niza, donde logró el segundo puesto, el mejor resultado para España desde 2015. La guía que la dirigió, entrenó y acompañó como coach vocal fue la vecina de A Coruña Verónica Ferreiro.

Cantante, compositora y profesora de canto, Ferreiro, nacida en A Coruña en 1983 y afincada en Madrid desde los 21 años, ha trabajado como corista y bailarina en giras, conciertos, discos y televisión con artistas como David Bisbal, Raphael, Rozalén, Melendi, Xoel López, Ana Torroja o Sergio Dalma; es asesora vocal en La Voz Kids; ha formado parte del jurado especializado de Eurovisión; ha cantado en mecas musicales como el Festival de Jazz de San Sebastián Jazzaldia y ha publicado tres discos a su nombre, el último, firmado a medias con el guitarrista y compositor Javier Sánchez. El dúo llevará a Italia y Alemania la próxima semana las canciones de ese trabajo, Camiño, con letras de Ferreiro íntegramente en gallego.

La artista aplicó con la concursante de Eurovisión Junior su visión holística del canto. “Hay un trabajo vocal pero, sobre todo allí, el trabajo fue de acompañamiento emocional para poder llevar todo eso, incluso desde el miedo”, asegura. “Le explicaba que el miedo puede ser positivo porque nos avisa de que vamos a enfrentarnos a algo muy importante. Las meditaciones, la respiración y la conexión con el cuerpo les sentaron muy bien, a ella y a los bailarines”, asegura.

Ferreiro, durante un concierto con su proyecto

Ferreiro, durante un concierto con su proyecto / Jaime Massieu

Ferreiro comenzó su trabajo con Valero en septiembre para asistirla en la grabación de la canción en estudio, con una labor “técnica y mecánica”. Le ofreció ejercicios vocales, trabajó con ella la parte interpretativa y, después, le brindó meditaciones y herramientas para la gestión corporal y emocional. “La voz es algo físico a lo que atender de manera muy diferente a un piano que compras. Y todo el engranaje emocional que lleva que uno cante no tiene nada que ver con otro instrumento”, sostiene.

Ferreiro predica con ese equilibrio entre técnica y emoción en sus proyectos personales. El último, “superambicioso”, fue grabado en Londres junto a la City of London Sinfonia y producido por Troy Miller (nominado a los Grammy por su trabajo en el último disco de Gregory Porter y productor de Jamie Cullum o Jacob Collier). Formado por temas compuestos por Sánchez con letras de Ferreiro, plasma también el amor por Galicia y las raíces que la cantante, asegura, se descubrió “más estando fuera que en A Coruña”.

El arenal del Orzán, donde la artista creció, protagoniza una de las canciones, A Praia. Otra de las piezas, Dende esa ventá, es “una mirada al recuerdo, sobre todo en Dorneda”, donde vivían sus tíos y abuelos. Y Requiem. Choiva de cinza llora el daño a la tierra por los incendios forestales en Galicia. La decisión de escribir en gallego, asegura, es “puramente musical”, ya que “el gallego es un idioma muy cantabile, tiene una melodía y una música maravillosa”.

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