El Superior descarta demoler en su totalidad la reforma de dos edificios de la calle Príncipe

En 2018 falló que se debía devolver los números 6 y 8 al estado original porque la obra no se había ajustado a la licencia, pero ahora considera aceptable una adaptación parcial

A la izquierda, fachada del 8 y el 6 de la calle Príncipe. |   // CARLOS PARDELLAS

A la izquierda, fachada del 8 y el 6 de la calle Príncipe. | // CARLOS PARDELLAS / Enrique Carballo

Enrique Carballo

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acaba de ratificar que no será necesario demoler totalmente la reforma de los edificios de los números 6 y 8 de la calle Príncipe para devolverlos al estado que tenían antes de que comenzase la obra; esta empezó en 1999 pero al año siguiente se paralizó porque se descubrieron restos de la antigua muralla, con lo que la licencia actual es de 2006. En 2018, el mismo tribunal había fallado que era necesaria una demolición total de los trabajos para devolverlos al “estado primigenio” , dado que la obra no había respetado la licencia y había perjudicado a bienes arqueológicos de la muralla de la Ciudad Vieja, pero ahora acepta una adaptación parcial.

El Superior falla así contra el criterio de los vecinos del número 2 de la calle Santo Domingo, que se opusieron a la obra desde un principio al considerar que les elimina vistas e interpusieron reiteradas denuncias y recursos contra la obra de los dos inmuebles, protegidos por su valor histórico (el 6 tiene protección estructural y el 8 integral). También continúa una larga historia judicial sobre la legalidad de la reforma. En 2016, el Ayuntamiento ordenó al promotor a ajustar las obras al permiso de 2006, al considerar que lo había incumplido, y, al año siguiente, ordenó la demolición de la obra. En 2018, el Superior dejó sin validez un informe de Patrimonio de 2013 en el que no se indicaban infracciones en la reforma, y ordenó devolver los inmuebles al estado original. La Xunta impuso a la promotora una multa de 102.000 euros y, en 2019, ratificó el criterio del Superior sobre la demolición.

Pero la promotora empezó a elaborar un proyecto para legalizar la obra del inmueble y exhibir la muralla al público, que la Xunta autorizó en 2022. El Concello dio este agosto la licencia para adaptarlo a la legalidad: obliga a demoler unos 610 metros cuadrados, casi el 10% de la superficie construida, eliminando, entre otras partes, los vuelos de las plantas una a tres de la fachada posterior del edificio y parte de la cubierta, una decisión contra la que los propietarios de Santo Domingo interpusieron recurso judicial.

También lo hicieron respecto a la autorización de la Xunta, el asunto sobre el que acaba de fallar el Superior, buscando que este respaldase la orden de demolición de 2019. Este tribunal indica que la resolución de la Xunta “preveía la posibilidad” de que no se llevase a cabo la demolición. Contra el fallo cabe recurso.

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