Cuidados en A Coruña: Una residencia distinta para una vida autónoma

La asociación Larlilás compra un terreno en el área coruñesa para levantar un centro sociosanitario para mayores

Brisaboa explica el proyecto a vecinos del Agra.   | // ARCAY/ROLLER AGENCIA

Brisaboa explica el proyecto a vecinos del Agra. | // ARCAY/ROLLER AGENCIA / R. D. R.

A Nieves Rodríguez Brisaboa, presidenta de la asociación Larlilás, no le gusta el término “residencia” para referirse al lugar en el que se atienden y cuidan a los mayores; advierte en esta denominación la idea de que los usuarios de esos centros “no tienen autonomía en el final de sus vidas”, por eso ella prefiere hablar de “centro sociosanitario para mayores”. Y este es el proyecto en el que trabaja su entidad, la construcción de un espacio autogestionado de cuidados para la vejez. Larlilás ha comprado un terreno destinado a uso dotacional en el área coruñesa en el que levantará ese centro, según informó esta semana la también catedrática de la Universidade da Coruña y Premio Nacional de Informática en un acto organizado en la asociación vecinal del Agra do Orzán.

“Lo que pretendemos es que los mayores que allí estén no pierdan su vida social y puedan seguir desarrollando una vida lo más autónoma posible, con el acompañamiento de profesionales cualificados para actividades como ir al médico o comprar ropa y enseres. Me gusta decir que los valores serán la solidaridad, la democracia y la participación”, recalca Brisaboa, que relevó a Ana Romaní en la presidencia de Larlilás. Desde 2018, la entidad ha sumado unos 90 socios, entre ellos profesionales de la docencia y el ámbito sociosanitario de A Coruña y su comarca, la mayor parte mujeres.

Ya hay proyecto urbanístico para ese próximo espacio para mayores, resuelto por concurso y concebido antes de la pandemia del COVID-19, y los técnicos trabajan en los primeros trabajos. Aclara Brisaboa que la instalación tendrá “espacios privativos para poder llevar a cabo esa vida autónoma”, cada uno con su dormitorio, sala de estar, cocina y cuarto de baño, “como si fuera un estudio o un apartamento individual, pero no viviendas”, explica la presidenta.

Larlilás dirige este proyecto, según Brisaboa, a la generación del baby boom, “los que ahora tenemos entre 60 y 75 años, nacidos cuando las familias tenían muchos hijos”. Lamenta que los servicios se hayan visto desbordados en los últimos años al no poder atender a tantos mayores necesitados de cuidados: “Cuidar era algo destinado sobre todo a las hijas, pero ahora muchas hijas no son amas de casa o los hijos de los mayores no tienen tiempo para cuidar a sus padres”. La “solución”, propone, es ofrecer un servicio como el que plantea Larlilás, un próximo equipamiento para tratar de conseguir que los últimos años de la vida sean placenteros.

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