Acude a A Coruña a vender un Lexus, vuelve sin coche, sin dinero y acaba en un juicio que llega al Supremo

La compraventa se había acordado en 2.600 euros

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2019

Un coche de la marca Lexus

Un coche de la marca Lexus / Cristina Graña

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Sin coche y sin dinero. Este es el final de una compraventa de un coche de 2019 que comenzó en el conocido sitio web Milanuncios y se llevó a cabo en A Coruña: se puso a la venta un Lexus modelo GLS 200. Un comprador se interesó y llegó a un acuerdo con él para comprarlo por un precio de 2.600 euros. El pago se realizaría mediante tres transferencias bancarias y la entrega se realizaría en A Coruña. El problema surgió cuando el dueño entregó el vehículo y no recibió el montante acordado. El caso llegó al juzgado, que dio la razón al denunciante y condenó al acusado a tres años de cárcel y a abonar 2.275 euros.

Los jueces consideran probado que el vendedor "se desplazó con el coche que vendía hasta la ciudad de A Coruña para firmar el contratoventa del mismo y entregárselo junto con su documentación al acusado, firmando allí ambos el contrato de compraventa por el importe acordado y entregándole el acusado, aparentando una solvencia que no tenía y con ánimo de obtener un provecho económico, lo que aparentaban ser justificantes de haber realizado esa tarde con su tarjeta MasterCard del Banco Sabadell tres transferencias bancarias" que "nunca llegaron a producirse". "El precio no fue pagado ni el vehículo fue recuperado por su propietario, habiendo sido valorado pericialmente en la cantidad de 2.275 euros", recoge la sentencia.  

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2019, pero han tenido un largo recorrido en los tribunales. Primero fue analizado por el Juzgado de lo Penal número 1 de Vigo, que condenó al comprador, con múltiples antecedentes, a tres años de cárcel como autor de un delito de estafa y obligándole a pagar 2.275 euros. Este recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial de Pontevedra, que analizó el caso y volvió a dar la razón al demandante. De nuevo, el acusado presentó un recurso. Esta vez ante el Tribunal Supremo, que desestima los argumentos de la defensa del acusado, que censuraba la aplicación indebida de la agravante de multirreincidencia.

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