Un láser para inmortalizar la piedra de las iglesias

Dos investigadores de la Universidade da Coruña reciben un premio por escanear un templo románico de Portugal

Alberto Ramil y Ana J. López, en el laboratorio de láseres de la Universidade.   | // LA OPINIÓN

Alberto Ramil y Ana J. López, en el laboratorio de láseres de la Universidade. | // LA OPINIÓN / Enrique Carballo

Las piedras que componen las iglesias tradicionales y otras construcciones antiguas, explica la investigadora de la Universidade da Coruña (UDC) Ana J. López, “están hechas a mano, no a máquina, y cada sillar es único: cada cantero le da una rugosidad a la superficie, picando y dando golpecitos con sus propias características”. La manufactura de estas piezas también forma parte del patrimonio, como la arquitectura o las técnicas constructivas, y, aunque hasta hace poco resultaba muy difícil preservarla, ahora es posible escanear uno a uno los sillares y digitalizarlos. López y su compañero Alberto Ramil, del Laboratorio de Aplicacións Industriais do Láser de la UDC, lo hicieron en la iglesia románica Nossa Senhora de Guadalupe, del Norte de Portugal, que estudiaron junto a investigadores lusos, y el artículo que publicaron sobre esto acaba de recibir un premio en la convocatoria Iacobus Papers.

Según cuenta López, la intervención en esta iglesia es parte de un trabajo más amplio, que surgió de la colaboración con el geólogo portugués David Freire. “Trabaja mucho en la caracterización del patrimonio construido en piedra”, explica la investigadora, y “nos comentó algunas de las investigaciones que hacía en las iglesias de la zona”. Los científicos de la UDC se coordinaron a través de un programa de movilidad y escanearon la iglesia lusa de Santa Leocadia, cerca de la frontera y a la altura de Verín, y el Palacio de Mateus, de Vila Real. “Es un complejo palaciego barroco, famoso por el vino rosado Mateus, que se vende en todo el mundo, y la capilla, que es privada, está súper bien conservada”, señala López. El trabajo en las iglesias no siempre fue fácil, ya que tuvieron que trasladar un escáner especial, llevar una fuente de alimentación porque “no había mucho donde enchufar”, y luego ir pasándolo por toda la superficie.

Pero esta “campaña un poco aventurera” se justifica por lo que aporta al conocimiento histórico y la preservación del patrimonio. Han quedado inmortalizadas, por ejemplo, las marcas de cantero con las que cada artesano marcaba las piedras que terminaba. “Eso te permite saber cuántos canteros diferentes trabajaron en cada iglesia, los que estuvieron desde el inicio hasta el final, los que solo hicieron una pequeña parte al principio y luego desaparecieron...” desarrolla López, que añade que esto permite explorar un conocimiento histórico “que de otra manera no puedes obtener”.

Y lo mismo ocurre con la propia superficie de las piedras. “David nos planteaba que, cuando se analiza una obra como estas iglesias, parece que solo se fijan muchas veces en caracterizar el material de los sillares, pero no tanto en el acabado”, indica la investigadora, que puntualiza sin embargo que registrar y digitalizar cada una de estas piedras únicas permite “saber cómo trabajaban” nuestros antepasados y da claves si se quiere realizar una restauración. Es parte, en sus palabras, tanto del “patrimonio material como del inmaterial”, esto es, tanto de los objetos que nos ha dejado la Historia como de las ideas y conocimientos preservados del pasado.

Más iglesias y petroglifos

Los investigadores se han presentado a una convocatoria de financiación para proyectos en Galicia y el norte de Portugal, encaminada a “ampliar lo que ya hicimos a otros ámbitos” dentro de este marco geográfico. También para “crear una base de datos con los acabados superficiales de distintos monumentos” y preservarlos para las generaciones futuras.

Y desde el Laboratorio de Aplicacións Industriais do Láser, situado en el campus ferrolano de la UDC, cuentan con diversas líneas de investigación en la preservación del patrimonio, en algunos casos de piezas más antiguo incluso que las iglesias románicas. “Hicimos una estancia en Val Camonica”, explica López, un valle del norte de Italia, que “tiene una cantidad de impresionante de petroglifos”, esto es, dibujos realizados en rocas en tiempos prehistóricos.

“Uno de los proyectos que estamos llevando a cabo con el centro Camuno, de interpretación e investigación de estos petroglifos, es la digitalización de estos y de sus marcas”, cuenta la investigadora. Ya existen formas de hacer copias del relieve de los petroglifos, pero se trata de métodos “bastante intrusivos”, que incluyen agregar “pintura, cal o algo así para poder obtener la marca”. “El trabajo que hemos presentado es un pequeño ejemplo”, explica López, de las líneas de trabajo que tienen en el Laboratorio de Aplicacións Industriais do Láser y de las formas en las que la tecnología más moderna puede ayudar a preservar los resultados de técnicas tradicionales.

Suscríbete para seguir leyendo