Jorge Hernández | Integrante de Los Tigres del Norte, este viernes en A Coruña

“Hemos grabado temas reales que nos lastiman, que nos motivan a vivir”

“Disfrutamos con el público: unos gritan, otros lloran, otros cantan, otros se pierden”

Los Tigres del Norte, en una imagen promocional de su nueva gira.   | // CEDIDA

Los Tigres del Norte, en una imagen promocional de su nueva gira. | // CEDIDA / marta otero mayán

Los Tigres del Norte, figuras referenciales de la música regional mexicana, recalarán en A Coruña este sábado (Coliseum, 21.00 horas) para hacer un repaso a sus clásicos atemporales del género del corrido. También traerán algunos estrenos, como su tema La venganza, en el que lanzan una pregunta al aire: ¿Qué es peor, la indiferencia o la venganza?

Y para usted, ¿qué es peor?

La venganza. La indiferencia ya sabes que nos lleva a la venganza.

Están de estreno. Hace poco salió La venganza. El tema de la canción en sí no es agradable, pero contrasta con el sonido, que invita a bailar y a divertirse. ¿Qué historia querían contar?

Las historias de los Tigres del Norte, La venganza, en este caso, se refieren a la cuestión del amor. La canción se presta para cualquier parte de tu vida en la que hayas tenido un problema con alguien. Siempre existen en tu conciencia la venganza, que no es algo bueno, porque normalmente nos lleva a tener problemas grandes. Hay que pensar en cómo nos comportamos a veces con las personas con las que tenemos sentimientos. A mí no me gustan mucho las venganzas.

Se cuenta de ustedes que tienen un montón de canciones en el tintero sin publicar, y que las van sacando según convenga. Siendo un grupo de tantos miembros, ¿cómo se ponen de acuerdo?

Vas buscando repertorios donde a veces no has hablado mucho del tema. La mayoría de nuestros temas son una relación entre el hombre y la mujer, o entre la problemática política. Hacemos un poco de todo, en nuestra carrera hemos grabado canciones de cosas reales que nos suceden, que nos lastiman, que nos motivan a vivir, o que nos sentimos muy caídos y una emoción nos levanta. Eso ha sido la carrera de Los Tigres del Norte. Hay que buscar los caminos correctos para estar en el gusto del público. Buscamos temas diferentes, a veces acertamos y a veces no, el público no llega a tener esa conexión con la canción.

Llevaban casi 15 años sin venir a España. ¿Por qué han tardado tanto?

Pues dejamos de ir por motivos de trabajo. De repente, se llenaba la agenda. Cuando queríamos ir, los lugares estaban ocupados. Fue pasando el tiempo, fue un error nuestro por no poner atención correcta. Siempre que estuvimos ahí fue algo muy bonito para nosotros, muy especial. Tengo recuerdos maravillosos de las ciudades y de cómo se comporta el público con nosotros. Tenemos muchas hazañas allí. Ahora llevaremos canciones tradicionales y nuevas. Habrá que adivinar lo que gusta por A Coruña, lo hacemos con corazón y alegría.

En Galicia, a pesar de ser una cultura muy diferente a la mexicana, nunca faltan Los Tigres del Norte en las verbenas. ¿Se sienten, en cierto modo, como parte de la cultura universal?

Entiendo que sí, que formamos parte de la alegría de la gente. Un ejemplo: nos tocó hacer un vídeo de La Reina del Sur en Pamplona por nuestro amigo Arturo Pérez Reverte. Hubo una conexión muy bonita con el público después de hacer una canción para las telenovelas y películas. Ahí empieza otra historia para nosotros. Hicimos unas grabaciones especiales para España y nos fue muy bien. Se creó una conexión, que tiene un gran sentimiento. Nuestras canciones hacen que necesites tomar algo de cerveza o licor para disfrutarnos mejor (ríe). Especialmente, una canción, La mesa del rincón, que te hace pensar en aquellos amores que se van. Uno quiere estar solo en una mesa de rincón disfrutando de aquellos momentos. Ese tipo de canciones llegan al corazón, nos hacen reír, nos ponen tristes, sobre todo cuando se cantan en vivo.

Una cosa propia de la música mexicana es que invita a la fiesta incluso cuando la letra habla de episodios oscuros, como es el caso del género de los corridos, con temas como Jefe de jefes.

El Jefe de Jefes habla de cómo todos, imaginariamente, queremos ser jefes, o somos jefes en nuestra área, y nos apoderamos de ese personaje en la canción, y empezamos a sentir algo diferente con ese tipo de canciones. Puede tener un efecto de que cada quien se sienta jefe. El público lo disfruta, y nosotros más, unos gritan, otros cantan, otros lloran, otros se pierden en su imaginación, eso nos da mucho gusto.

Ustedes nunca han pasado de moda, pero la música regional mexicana vive un nuevo renacer gracias a la escena urbana y el género de los corridos tumbados. Como pioneros, ¿cómo ven esta nueva tendencia mundial?

Es muy bueno para la música. Es una ramificación de lo que hemos sembrado, de lo que hemos luchado, trabajado, es el mismo árbol. Tiene que haber ese tipo de efectos para que las nuevas generaciones se conecten, les guste. Es parte del trabajo y de la historia del corrido. De ese árbol deriva todo lo que viene, como vendrán otras cosas después, todos estos artistas nuevos en Latinoamérica, los felicitamos porque es parte del crecimiento de la música. Hay público para todo, para ellos y para nosotros. Las historias del corrido mexicano siempre están ahí, llamémosle corrido tumbado o como queramos. Las generaciones tienen que conocer cosas nuevas, y nosotros irnos adaptando e ir de la mano con todo eso. Cuando empezamos, pensamos que teníamos que llevar esta música a otro nivel, y después, las generaciones nuevas tomaran después el rumbo. Eso está sucediendo.