Estudios Abertos: Los artistas acortan las distancias en A Coruña

Profesionales de las artes plásticas abren las puertas de sus talleres para mostrar su “universo personal” y acabar con el “miedo” y la “vergüenza” de la gente a entrar en un estudio

Óscar Cabana en una actividad realizada en su taller.

Óscar Cabana en una actividad realizada en su taller. / CARLOS PARDELLAS

Los artistas plásticos de la ciudad abrieron ayer las puertas de la casa que es su taller para mostrar a la sociedad el trabajo que se lleva a cabo en el día a día y dar a conocer su obra. Los secretos quedaron a un lado en una nueva edición de Estudios Abertos, que abrió las puertas de 35 espacios distribuidos por distintos barrios de la ciudad despertando el interés de numerosas personas por la escultura, la pintura, la fotografía, la ilustración, el dibujo, la cerámica y el arte multidisciplinar.

Muchos coruñeses salieron este sábado a pasear aprovechando el buen sol con un mapa en la mano. Se trataba del plano de situación de los establecimientos que abrían sus puertas para dar respuesta a la curiosidad ciudadana. “Muchas familias llegaron aquí con el plano, con el objetivo de visitar muchos de los talleres”, comenta Óscar Cabana, que recibió a los curiosos en su local de Atochas para mostrar su trabajos de pintura. “A la gente se le ve muy contenta y para nosotros los artistas es muy importante este tipo de iniciativa, compartir nuestro espacio y nuestro trabajo”, comentaba desde su taller, donde con motivo de la jornada montó un mural para que participasen los más pequeños pintando.

“Esta iniciativa está muy bien para que la gente nos vea de forma natural y sin prejuicios, que muchas veces se piensan que somos gente rara. En los talleres la gente tiene que entrar como si entras en una tienda, pero a veces hay miedo o vergüenza porque se piensan que es para gente elitista”, relata el artista.

En el barrio de Os Rosales, Nacho Martínez abrió las puertas de su taller O raposo púrpura, que desprendía olor a pintura. Martínez ya es un clásico en Estudios Abertos, ya que participa en la iniciativa desde su primera edición. “Antes estaba en el centro y había más afluencia de gente, pero aquí estoy muy bien, tengo la calma de un barrio tranquilo”, comenta.

Óscar Cabana en una actividad realizada en su taller.   | // CARLOS PARDELLAS

Nacho Martínez, en la actividad de su taller. / CARLOS PARDELLAS

El artista se muestra “encantado” de dejar a la gente “cotillear” en su trabajo. “Abriendo la puerta les dejamos entrar en nuestro universo personal”, explica. Un universo en el que, a veces, la gente tiene “miedo” a adentrarse. “Mucha gente no se atreve a entrar, pero poco a poco se va perdiendo ese miedo. Lo hacen por no ser invasivos, pero cuando entran se vuelven muy cercanos y es muy enriquecedor”, relata.

Con motivo de la jornada, el artista también tiró de un mural para animar a la participación de los más pequeños, a la vez que exhibía sus pinturas y las de otros artistas jóvenes. “Hay que darle más visibilidad a la gente joven. Vamos muy justos y si no emprendemos es porque no tenemos ayudas”, defiende Martínez.

El mapa de Estudios Abertos es también un mapa de búsqueda de inspiración e información para otros artistas o jóvenes que se están introduciendo en este mundo. “Por aquí pasa desde gente que no sabía que existimos hasta muchos amantes del arte o estudiantes de la Escuela Picasso”, comentaba la pintora Luisa Valdés desde su taller en la Falperra, donde explicó su obra con una sonrisa de oreja a oreja a todo aquel que se acercaba a descubrirla. “La gente es muy curiosa y al final también comparten sus experiencias y de todo aprendes. Yo recibo mucho de la gente que entra”, asegura.

Marta Pardo de Vera, en su taller.   | // CARLOS PARDELLAS

Luisa Valdés en su taller junto a Pilar Cancio. / CARLOS PARDELLAS

Puede que ayude a entablar esa conversación entre visitante y artistas la cerveza o el vino que Valdés ofrece en su taller. “Esta jornada está para hacer que estos espacios sean más cercanos. A veces la gente tiene un rollo un poco distante, no se atreven a entrar, pero con una cerveza malo será que no se establezca una relación”, bromea.

En su taller la artista dejó espacio también a su compañera Pilar Cancio, que expuso su obra y la explicó a la ciudadanía. “Es muy bonito porque la gente ve la pintura de una forma menos fría, se interesa y pregunta mucho. Yo también les pregunto cómo perciben la obra, para nosotros es muy interesante, me quedo con sus opiniones. Disfruto mucho viendo cómo la gente conecta con el arte”, celebra.

“A veces cuesta mucho decidirse a entrar en un taller o una galería, pero con jornadas como esta la gente se anima más. Hoy todo el mundo está dispuesto a celebrar e interrelacionarse”, añade la artista.

Nacho Martínez, en la actividad de su taller.   | // CARLOS PARDELLAS

Marta Pardo de Vera, en su taller. / CARLOS PARDELLAS

A escasos metros abrió también ayer sus puertas la pintora Marta Pardo de Vera, que se mostraba “muy contenta” de que entrasen muchos jóvenes y familias con sus hijos. “Falta formación en arte y la gente anda un poco perdida, así que me encanta ver cómo los padres fomentan esa curiosidad”, relata la artista, que participó por segundo año en Estudios Abertos.

“Me llama la atención que la gente entra que parece que va a entrar en un santuario o como si fuésemos de otro planeta”, señala Pardo de Vera, para añadir que “sería bueno tener más iniciativas así. “Al mundo del arte no se le da la importancia que debería tener”, concluye.