SI NO LO LEO NO LO CREO

Protesta de un opositor a un músico callejero

Antón Peruleiro

La música y el negocio, por un lado, y el estudio y los exámenes de la Administración, chocaron en las calles coruñesas. Recientemente un músico callejero se puso a tocar junto a una biblioteca de la ciudad, y por la ventana asomó un hombre que explicó que estaba intentando estudiar para la oposición y pidió poner coto a las melodías. El músico, en un principio, continuó, pero se marchó pasado no mucho rato, posiblemente en busca de un público con más interés artístico que afán por conseguir un empleo vitalicio. Y ahora nos preguntamos, ¿dónde estudian los opositores que quieren ser profesores del Conservatorio? Nos imaginamos una biblioteca con hueveras vacías en las estanterías.