La Lei do Litoral abre al uso turístico inmuebles catalogados de la comarca

Los municipios del área metropolitana cuentan al pie de la costa con construcciones que tuvieron uso residencial en las que ahora se puede desarrollar una actividad económica

Casa Wonenburger, situada al borde de la ría, junto al puente de A Pasaxe. |   // IAGO LÓPEZ

Casa Wonenburger, situada al borde de la ría, junto al puente de A Pasaxe. | // IAGO LÓPEZ / E. Carballo / J. M. Gutiérrez

E. Carballo / J. M. Gutiérrez

El respaldo del Tribunal Constitucional a la Lei do Litoral de Galicia (Lolga), al rechazar un recurso de inconstitucionalidad presentado por el Gobierno, abre la puerta a que la Xunta autorice a los propietarios de inmuebles protegidos por su valor arquitectónico, histórico o cultura situados a pie de costa a dedicarlos a usos turísticos y hoteleros, aunque tienen que haber tenido previamente uso residencial o de habitación. Estas construcciones formarían una Red de Establecimientos Turísticos del Litoral y estarían situadas en el área de mejora ambiental y paisajística, aunque siempre que lo permitan los planes de ordenación y gestión de los espacios naturales.

Casa das Palmeiras, en Cambre. |   // VÍCTOR ECHAVE

Quinta Panetouro, en Mera. / Moncho Fuentes

La Xunta tiene catalogados 361 inmuebles protegidos en la costa que se agrupan en 299 fichas, ya que algunos de ellos están muy próximos. No todos ellos han tenido en el pasado uso residencial, por lo que no podrán integrarse en esta red. Cuando la nueva ley, entre en vigor los propietarios podrán reconvertir los inmuebles en establecimientos turísticos con una simple autorización responsable.

Casa das Palmeiras, en Cambre.

Casa das Palmeiras, en Cambre. / Carlos Pardellas

La Lei do Litoral señala que las intervenciones que se realicen en estas edificaciones deberán someterse a las directrices del paisaje de Galicia y a las condiciones establecidas en los catálogos del paisaje, así como a la normativa del patrimonio cultural de Galicia. La Red de Establecimientos Turísticos del Litoral dispondrá además de un reglamento que determinará las condiciones que tendrán que reunir los edificios integrados en la misma, además de los que pretendan formar parte de ella, requisitos que se exigirán a los establecimientos y su régimen de funcionamiento.

En el municipio de A Coruña hay un inmueble de este tipo, la vivienda conocida como Casa Wonenburger, situada a pocos metros del puente de A Pasaxe y en el límite con Culleredo. El Gobierno gallego clasifica la construcción como una “casa grande de estilo modernista”, rodeada por “jardines con interés” y un embarcadero a la ría, que destaca por su valor “ambiental, patrimonial y arquitectónico”. Está dentro del catálogo de edificios protegidos del Concello desde 1985, que indica que cuenta con tres plantas y cita entre sus caracteres singulares “una interesante galería”. Actualmente es una vivienda privada, y su uso es residencial, por lo que estaría abierta a su conversión para fines turísticos.

En Oleiros hay otros cuatro edificios dentro del inventario autonómico. Uno de ellos es la Torre Bescansa, un torreón de piedra construido en a Edad Moderna como polvorín y que aparece catalogada por la Xunta como “vivienda unifamiliar”, si bien el Concello la adquirió y rehabilitó. También está dentro del listado autonómico el Faro de Mera, en la parroquia de Serantes, y la cercana Casa do Fareiro, una vivienda reformada como equipamiento cultural que también pertenece al Ayuntamiento oleirense.

El último de los inmuebles de Oleiros sí es privado: se trata de la Quinta Penatouro, también de Mera, una edificación que corona el saliente rocoso del mismo nombre. Parte de la finca fue expropiada por el Concello para prolongar el paseo marítimo y conectarlo desde la playa de Mera hasta la de Espiñeiro, una decisión que avalaron los tribunales. Pero el resto, incluido el edificio, sigue perteneciendo a dueños particulares y constituye una vivienda de “interés histórico, arquitectónico y ambiental, en buen estado”.

En la ría de O Burgo se encuentra el único edificio de Cambre en el listado, la Casa das Palmeiras, de O Temple. Es una de las sedes de la Oficina Municipal de Información Xuvenil del Concello, y está compuesta por “dos viviendas adosadas y simétricas”, en “buen estado de conservación. Fue reformada en 2001 para destinarse a usos municipales. Y el inventario recoge otro edificio de la ría, el molino fluvial de Acea da Ama, en la parroquia de Rutis., en Culleredo. En el lugar hay molinos desde el siglo XII, aunque con “numerosas reformas”. El edificio alberga ahora salas de exposiciones y un museo dedicado a Andrés Pan, alcalde de Culleredo hace un siglo y promotor de una fábrica de harinas cercana a la edificación a proteger.

Arteixo cuenta con otro molino que forma parte del listado, en este caso el del puente de Barrañán, dentro de la parroquia de San Xiao. Fue “reformado en su totalidad e incorporado a vivienda” en 1985, y, según la Xunta, “los elementos de interés patrimonial han sido eliminados”. Combina el uso residencial con el agrario, y es de titularidad privada, de acuerdo con la información facilitada por la Xunta.

Otro edificio catalogado de la comarca coruñesa se encuentra en Bergondo, en concreto en el lugar de A Lagoa, en la parroquia de Ouces. Se trata de un pazo construido en 1940 de planta cuadrada, rodeado de jardines, muretes y aterrazamientos hacia el mar. El inmueble, conocido como Pazo da Lagoa, se encuentra en “buen estado de conservación” y destaca por su “valor ambiental y patrimonial”. El último conjunto de la comarca coruñesa es el castillo de Corbeiroa, en el límite entre Bergondo y Sada y gemelo del fortín de Fontán, en el segundo de esos municipios. Fue rehabilitado recientemente por la Xunta.

La zona costera gallega con edificios mejor conservados

Para la Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático, el estado de conservación de los edificios con valor patrimonial a pie de costa de la comarca coruñesa “en general, bastante bueno, y algunos “han sido objeto de rehabilitaciones recientes e inversiones importantes”. Esta zona es “quizá la franja costera en la que mejor conservados están este tipo de elementos” de toda Galicia, y las edificaciones valiosas “han recibido bastante atención y cuidados por parte tanto de sus propietarios particulares como de las administraciones correspondientes”. En este sentido, indica el Gobierno gallego, la zona costera de A Coruña “se podría tomar también como un ejemplo del nivel de preservación al que se aspira para el conjunto de inmuebles” situados en el litoral. La Consellería de Medio Ambiente insiste en que la intención de la Xunta es devolverles a los elementos arquitectónicos situados pie de costa “su valor patrimonial, histórico y cultural”.

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