“No somos tan dueños de nuestro destino, la casualidad está más presente de lo que se cree”

Pedro Casas es el director de If, (La ligereza), una obra inmersiva planteada como un juego sobre la toma de decisiones que llega este domingo al Teatro Rosalía (20.30 horas) en el marco del Corufest.

No plantean If, la ligereza, como una obra teatral, sino como un juego con el público.

Es un juego donde planteamos hasta qué punto somos dueños de nuestro propio destino, hasta qué punto las decisiones que tomamos repercuten en lo que nos pasa o lo que no nos pasa. Nos pareció interesante hacer una propuesta donde planteáramos al público qué hubiese pasado en nuestras propias vidas si hubiésemos tomado otra decisión en un momento dado. Planteamos que sea el propio público el que elige qué historias ver. Intentamos confrontar esta misma idea en la propia idea de la representación.

¿La obra cambia en cada función, dependiendo de lo que el público decida?

Sí. Hay varias opciones y seis actores. El público va a ver tres historias de las seis. En función de la historia que elige, el destino va a cambiar,. La idea es que justo cuando el público elige una de las historias, esa otra vida va a ser posible. El montaje pretende contar que no somos tan dueños de nuestro destino, y que la casualidad está mucho más presente de lo que nosotros podemos controlar, a pesar de que parece que llevamos el peso de las decisiones en cada acontecimiento que nos ocurre.

Dicen que los juegos no tienen más objetivo que jugar. En este caso, ¿el fin es invitar a la reflexión sobre el peso de la toma de decisiones?

En la obra, incluso tomando una decisión, el público tampoco es dueño de lo que vaya a pasar, lo mismo que ocurre en la vida. Lo interesante de que sea una obra de teatro es aprovechar el medio. Por eso decimos que los juegos no tienen objetivo, porque cuando tú estás jugando el objetivo es jugar, estar ahí en ese presente, y lo bueno que tiene el teatro es que es un espacio muy parecido al juego. Otras artes no tienen la posibilidad de generar un “aquí y ahora” tan rotundo como lo tiene el teatro.,

¿Y si el público no colabora?

El público siempre colabora. Siempre que generas un espacio de inmersión o un espacio de colaboración hay que tejer una red de seguridad para que el público no se sienta expuesto, pero el sistema de votación es muy sencillo. La gente es bastante colaborativa y le hace mucha gracia el hecho de poder implicarse en aquí en la hora de lo que acontece en la ciudad.