El paro cardíaco, alerta habitual de la Policía Local de A Coruña: “Se da muy habitualmente y nos faltan medios”

Los policías locales calculan que solo tres de cada diez de sus coches llevan un desfibrilador como el que permitió a dos agentes evitar que una mujer mayor sufriese un infarto el sábado

Desfibrilador automático. |   // MARTA G. BREA

Desfibrilador automático. | // MARTA G. BREA / Enrique Carballo

Cuando una persona sufre un ataque al corazón conviene llamar al 061, pues el personal de la ambulancia tiene la formación y medios para proporcionar “cuidados más técnicos”, pero, según explica el presidente de la Asociación Profesional de Policía Local, Manuel Freire, “muchas veces la gente nos llama a nosotros o a la Policía Nacional, y muchos avisan al 112: al final, el que atiende es el que llega antes”. Así, se da “muy habitualmente” que los agentes deban ayudar a una persona que tiene un paro cardíaco, y parte de los coches llevan desfibriladores como el que el pasado sábado permitió a dos policías evitar que una mujer mayor sufriera un infarto. Pero no todos, y desde la Asociación Profesional reclaman más medios.

Freire señala que en los coches de zona, uno de los servicios del cuerpo, el porcentaje de vehículos con desfibriladores semiautomáticos (DESA) pueda rondar “el 75%”. Pero en otras unidades la proporción es más baja, “e igual, si tenemos diez coches en la calle” en un determinado momento, “tres llevan desfibrilador, y eso suponiendo que no sufra ningún problema técnico”. Y el vehículo que está cerca de una emergencia no tiene por qué ser el que cuenta con el dispositivo. Consultado por este diario, el Concello no ha concretado cuántos vehículos llevan estos desfibriladores semiautomáticos.

La postura del sindicalista es clara: reclama que “todos los vehículos lleven desfibriladores, para cualquier patrulla”, pues tenerlos “puede salvarle la vida a alguien”. “No es un despipote invertir un poco más, esto se da con mucha frecuencia”, remacha.

Cuando se acude a una emergencia por paro cardíaco no vale con esperar a la ambulancia, pues “cinco o seis minutos pueden ser fatales”, y, si los agentes no tienen un desfibrilador, que es lo idóneo, pueden intentar ayudar a la persona “manualmente”, practicando una reanimación cardiopulmonar o RCP. Pero en cualquiera de los casos necesitan “que la formación se actualice”.

El sindicalista indica que el Concello organiza cursos para los agentes, pero señala que estos “tienen una caducidad” y que con los años “ha cambiado mucho” la forma de actuar. Un agente que asistió a una clase hace décadas no tiene por qué saber actuar correctamente, porque su información “está desfasada”, así que Freire demanda al Ayuntamiento que se asegure de que “a nadie le caduque” la formación.

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